madrid - Pedro Antonio Ramos Lominchar, conocido como el Hermano Pedro y antiguo profesor del colegio La Salle Maravillas de Madrid, aceptó ayer una condena de 130 años de cárcel al reconocer en un juicio de la Audiencia Provincial de Madrid que abusó de los alumnos entre el 7 de julio de 2013 y el 28 de agosto de 2016, fechas en las que el encausado elaboró pornografía infantil con las imágenes que tomó.

La Fiscalía indicó que, a partir del verano de 2013 y con motivo de un campamento de verano en la localidad de Colado Mediano, inició los abusos sexuales, que continuaron en otra actividad del centro que se celebró en Valdemorillo. También constan otros casos de abusos en otras salidas organizadas por el colegio en Granada y Valencia.

El acusado, según el Ministerio Público, realizó tocamientos en los genitales a los alumnos en sus dormitorios, generalmente cuando dormían, y realizaba fotografías con su teléfono móvil.

El docente afrontaba una petición fiscal inicial de 155 años de cárcel por 14 delitos de abuso sexual, 4 delitos de abusos sexuales a mayores, 7 delitos de elaboración de pornografía infantil y otros 3 en la modalidad de continuados. Finalmente se redujo la pena a 130 años al aplicarle varias atenuantes por haber abonado el pago de la indemnización, así como la retirada de la acusación de dos perjudicados mayores de edad. El cumplimiento efectivo serán 17 años de cárcel de los 130 años que se le impondrán en la sentencia.

Además, se estableció que, una vez concluya su reclusión en el centro penitenciario, entrará en vigor el protocolo de libertad vigilada del reo, quien estará obligado a acudir a cursos de educación sexual, todo ello bajo control de la autoridad judicial competente.

Como medida complementaria, el tribunal sentenciador dispuso órdenes de alejamiento del sentenciado con cada una de sus víctimas una vez haya concluido su estancia en prisión, en conformidad con lo dispuesto en el artículo 57 del Código Penal, por el que no podrá acercarse a menos de 500 metros de cada uno de los perjudicados ni de sus domicilios ni centros educativos, así como comunicarse con ellos por cualquier medio.

Además de reconocer los hechos, Ramos aprovechó para pedir perdón a las familias de las víctimas. Por su parte, el colegio La Salle Nuestra Señora Maravillas de Madrid manifestó su “repulsa y firme condena” ante los abusos sexuales y la elaboración de pornografía infantil del reo. A su vez, expuso que desde su detención en 2016 hasta el juicio de ayer fue “un período duro, lleno de incertidumbre y, en ocasiones, de incredulidad e indignación”. - Efe/E.P.