“La mujer en el franquismo, relegada al hogar, no era madre sino reproductora”
Gemma Piérola Narvarte, historiadora de la UPNA, analiza en ‘Mujer e ideología en la dictadura franquista. Navarra 1939-60’ los ambientes social, político y religioso
pamplona - “La mujer durante el franquismo no era madre, era mera reproductora y el papel que se le encomendó fue quedarse en casa, cuidar el hogar, atender al marido que llegaba cansado de trabajar y atender a los hijos. Funciones todas ellas limitadas exclusivamente al ámbito privado”. Esta es una de las conclusiones que evidencia la historiadora navarra Gemma Piérola Narvarte en su libro Mujer e Ideología en la dictadura franquista Navarra 1939-1960). Una investigación en la que analiza la vida cotidiana y los ambientes social, político y religioso de la época tras bucear en archivos, principalmente de Madrid, “porque en Navarra hay muy poco de aquel tiempo, ha desaparecido”, señaló. Una investigación que completó con entrevistas a una treintena de mujeres a las que consultó sobre la vida cotidiana que llevaban en aquellos años y para la que también vació la prensa local y los boletines de la diócesis, entre otras fuentes documentales.
Ayer, Gemma Piérola presentó en IPES el libro que recoge su investigación, centrada en el análisis de la historia de las mujeres durante el franquismo. “La “Nueva España” que surgió resultante del triunfo de un golpe de estado militar tras una guerra civil, se configuró desde sus inicios como una estructura dictatorial y jerárquica en torno a la figura omnipresente de Francisco Franco y con un proyecto político que buscaba acabar con el periodo republicano anterior, entendido por el régimen franquista como años de caos y corrupción que debían ser aplacados y desaparecer” destaca Gemma Piérola.
La investigadora, nacida en Barañáin en 1974, que es doctora en Historia y actualmente profesora asociada de Historia Contemporánea e integrante del equipo que trabaja el Fondo Documental de la Memoria Histórica de la UPNA, analiza en el libro la evolución de la mentalidad femenina, sobre todo, de los valores socioculturales y religiosos en el periodo de la posguerra, centrando especialmente la atención en la vida cotidiana de las mujeres.
La “Nueva España” de Franco “fue el inicio de un periodo de silencio y miedo para unos y de alegría para otros, un periodo de precariedad para casi todos y unos años de autoritarismo estatal y moralina eclesial que coparon todos los espacios y tiempos de la vida cotidiana de la población”, señala Piérola para añadir que en 1939 “no empezaba la paz, se trataba de organizar la victoria”. “Obsesionados por el control y subordinación absoluto de la sociedad, el nuevo estado franquista no podía prescindir del principal eje social: la familia”.
familia patriarcal, el modelo Destaca la historiadora que el franquista recuperó la estructura familiar patriarcal que ya existía previamente a la II República, una estructura en la que la mujer solo podía realizarse dentro del matrimonio asumiendo el papel que se le había impuesto. El régimen, -añade- encargó al ala femenina de Falange, la Sección Femenina, que se encargara de convencer a las mujeres que éste y no otro era su papel y destino natural. Una cruzada en la que en Navarra también participan las Margaritas, sección femenina del Carlismo, y Acción Católica. “Unas y otras se encargaron de convertir a la mujer en garante y legitimadora del régimen a través de la familia”, precisa Piérola. Aunque tienen sus contradicciones. Por ejemplo, muchas mujeres de falange, pese a defender los citados postulados, no se casaron ni tuvieron hijos”.
Afirma la historiadora que la situación en Navarra fue similar a la del conjunto del Estado aunque estas tres organizaciones de mujeres, si bien defendían los mismos principios ideológicos respecto a la mujer, lo hicieron desde postulados diferentes “y con un discurrir poco uniforme, a menudo conflictivo y hostil, ya que tuvieron sus discrepancias por luchas de poder”. Una de las aportaciones del libro es constatar que la Sección Femenina de Falange tiene menor presencia en Navarra, “de hecho - apuntó Piérola-, la primera delegada era carlista; que las Margaritas desaparecen hacia el año 1942 y que Acción Católica, que asume todo lo relacionado con la cuestión moral, comienza a tener un discurso más amplio con el paso de los años”. En cuanto a la visión feminista, la historiadora apunta que “Pilar Primo de Rivera reconoce que jamás fue feminista y que Acción Católica va evolucionando y de hecho crea Alaiz”.
hogar y prostitución El trabajo publicado ahora incluye fotografías de la época y anuncios en prensa que refuerzan la consideración que el franquismo tenía y asignaba a la mujer. Así, Piérola expuso ayer en rueda de prensa que los anuncios publicitarios apuntalan constantemente este papel al representar a la mujer, por ejemplo, con un delantal, trapo anudado a la cabeza, limpiando o atendiendo el hogar en una imagen que sitúa a los niños jugando junto al padre. “Encontramos muchos mensajes subliminales que mantienen incluso después de 1974”, advirtió. Y es que el libro describe “cuales fueron las terribles condiciones de vida en las que transcurrieron los años de la posguerra, subrayando la importancia del trabajo doméstico y señalando el ejercicio de la prostitución como caso no tan excepcional mediante el que afrontar los retos de la vida cotidiana”.
Destaca también Piérola la “terrible presión” a la que se somete a las mujeres por la carga religiosa, el orden moral, moldes estrictos de respeto a las jerarquías política y eclesiástica y, sobre todo, al control de la belleza exterior, la sensualidad y la sexualidad bajo la capa de un moral agobiante. Se hace hincapié en el libro “en el peso del puritanismo, el autoritarismo, el sometimiento, la vigilancia, la censura, la coacción, la presión social y por supuesto la represión”.
la represión es de orden sexual En cuanto a las entrevistas realizadas a mujeres en Navarra, explicó que si bien se centró en temas de la vida cotidiana y habló con una treintena de ellas, “faltan muchas opiniones de mujeres republicanas, nacionalistas, a víctimas, viudas... a las que el franquismo les castiga con una represión física y sexual. A lo hombres se les mata y a las mujeres se le rapa el pelo, se les da aceite de ricino, se les pasea, se les castiga con actos que tienen que ver con su cuerpo”.
Gemma Piérola, que concluye su investigación, de momento en 1960, aludió a los cambios que propiciaron circunstancias como los planes de estabilización, el Concilio Vaticano II o el fin y caída del fascismo en Europa, cambios que si bien no lograron cambiar el discurso del régimen modificaron algunos términos.
Editado por Pamiela. El libro Mujer e ideología en la dictadura franquista. Navarra 1939-1960 ha sido editado por Editorial Pamiela. Tiene 349 páginas, abundante documentación y la primera edición cuenta con mil ejemplares.
Presentación. La obra, cuya autora es la historiadora Gemma Piérola Narvarte, fue presentada ayer en IPES por la autora y por David Mariezkurrena, de Pamiela. El libro analiza la historia de las mujeres durante el franquismo desde distintos ámbitos.
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