Tudela - A la concentración del 25-N en Tudela asistieron ayer cerca de 2.000 personas, un aforo más que notable teniendo en cuenta las cifras de otras convocatorias de corte social en la céntrica plaza de los Fueros. Y aunque mantuvo un perfil bajo, hubo una de esas personas que hizo literalmente levitar a los asistentes en su grito reivindicativo contra la violencia machista. Rozalén, cantante y compositora que justamente ayer protagonizaba un concierto en el Teatro Gaztambide de la capital ribera, no solo ofreció su presencia en la concentración, sino que añadió su melódica voz interpretando su tema La puerta violeta, considerado un himno contra las agresiones machistas.

“Es una bonita casualidad que estemos aquí”, dijo acompañada de su traductora en lengua de signos, Beatriz Romero, que la acompaña en todos sus conciertos y apariciones televisivas. “Yo venía a dar un concierto y me encanta que lo primero que me he encontrado al llegar a esta ciudad sea esto”, dijo señalando al gentío de la plaza antes de dar los primeros acordes en su guitarra. Antes de su intervención, vio algunas de las partes que todavía quedaban instaladas de Deconstrucción y, cómo no, asistió en primera persona a la lectura del manifiesto que las representantes del Consejo Municipal de la Igualdad declamaron desde el quiosco. En él, se mostró la “repulsa ante todo tipo de violencia sexista producto de las múltiples discriminaciones que sufren las mujeres” y se pidió el compromiso de las instituciones para salvaguardar los derechos de las víctimas de violencia machista. “Queremos muchas puertas violetas, que ayuden a toda mujer agredida a liberarse, decidir y ser feliz rodeada de personas que respeten esa libertad”, finalizó la edil Marisa Marqués.

Otro de los momentos de gran carga emotiva se dio cuando, de entre las voces de los asistentes, sin micrófonos ni altavoces salieron a pleno pulmón los nombres de las 44 mujeres víctimas mortales por violencia machista de este año.