un mes después. Juan Carlos Ojer reconoce la labor de sus empleados y afirma que sin ellos una pronta recuperación de la normalidad no hubiese sido posible. “Sin el trabajo de todos no podríamos habernos recuperado tan pronto y haber abierto de nuevo”, explica el dueño del concesionario Rufino Ojer. Cuando se cumple un mes de la tragedia, este empresario y sus compañeros buscan establecer la normalidad y acabar con lo que pasó el 8 de julio en Tafalla. Foto: Patxi Cascante