pamplona - El Juzgado de Primera Instancia 7 bis de Pamplona, especializado en materia hipotecaria y cláusulas suelo, acumula a día de hoy 1.978 asuntos pendientes, que todavía no han sido resueltos, colapso que arrastra desde la creación de esta sede el 1 de junio de 2017. La sobrecarga de trabajo de este órgano, que tiene un juez titular y una jueza de refuerzo, se ve reflejado en el retraso a la hora de fijar señalamientos. Actualmente se están celebrando las audiencias previas de los procedimientos cuyas demandas fueron presentadas en junio de 2018 y los juicios cuyas demandas se presentaron en febrero de 2018. Es decir, ahora se están celebrando los juicios de aquellas demandas interpuestas hace 20 meses. El juez titular desde julio de 2018, Rafael Ruiz de la Cuesta, recuerda que "hay asuntos (la mayoría) que, por no solicitar las partes la práctica de pruebas distinta de los documentos que ya obran en autos, quedan para sentencia en la audiencia previa". En cuanto a los que llegan a juicio, por precisar de práctica de prueba, las últimas vistas señaladas lo han sido para el 30 de septiembre del año que viene.

La tendencia en la interposición de demandas ha experimentado un descenso creciente durante este año después de que el boom estallara en los dos años precedentes. El juzgado especializado en Navarra ingresó entre el 1 de junio de 2017 y el 31 de diciembre de 2017 hasta 2.040 demandas, de las que se resolvieron 245. En el año 2018 el número de procedimientos ingresados alcanzó los 1.990 y ese mismo año se llegaron a resolver 1.674 asuntos. Mientras, en 2019, la entrada de asuntos se ha rebajado hasta los 1.378 y la resolución ha llegado a 1.551 procedimientos. Con estos datos, la tasa de resolución de 2019 alcanza un 109,65% sobre asuntos ingresados, lo que significa que este año por primera vez (debido a que ha bajado el volumen de ingresos y se ha mantenido aproximado el de resoluciones) se han resuelto más asuntos de los que se han ingresado.

Sin embargo, Ruiz de la Cuesta advierte que pese a que el escenario es a la baja, el juzgado puede verse anegado en caso de que Europa vuelva a resolver a favor de los consumidores en cuestiones como el índice hipotecario IRPH, cuyas demandas a día de hoy llegan a goteo. "Si van a entrar cuestiones nuevas, eso va a decidir el futuro del juzgado. No conozco ninguna demanda que no lleve reclamación de gastos o de cláusula suelo. Esto se va a acabar. Europa se va a pronunciar y los criterios que vamos a aplicar van a ser siempre los mismos a partir de entonces. Y tenemos en el horizonte la cláusula IRPH, que en términos muy genéricos es el tipo oficial que viene dado por la media a la que prestan en un determinado plazo las entidades bancarias, solas o junto a las cajas de ahorro, en España. Este tipo empezó a utilizarse porque el Euríbor era bastante fluctuante. Y se buscó un tipo más estable, entonces cuando el Euríbor se desplomó, el IRPH se mantuvo rígido. El Supremo, en la última sentencia, dijo que era un tipo oficial y válido. Pero Europa habla aquí también de un problema de transparencia. Y lo que nos llega es que hay muchos despachos de abogados que tienen preparadas un aluvión de demandas a la espera de que Europa se pronuncie en firme. Si dice que la cláusula es nula o válida per se, será muy sencillo, si dice que hay que ir al caso concreto es probable que el juzgado se nos vuelva a inundar. Contando con la situación actual, si va languideciendo como ahora ocurre el número de asuntos tradicionales, llegará un momento en un año o dos que veremos la luz al final del túnel. Pero si hay avalancha de otras materias el escenario será imprevisible".