- El Gobierno sigue buscando soluciones a la crisis migratoria en Canarias, pero sin trasladar de forma regular a la Península a todas personas que llegan a las islas, una demanda del Ejecutivo autonómico socialista, que se niega a seguir siendo el único territorio que sostenga la presión de la llegada de pateras.

Ayer, la acción del Gobierno se desplegó en Las Palmas de Gran Canaria con la visita del ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, y en Marruecos, con el viaje del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.

Escrivá anunció ayer que se habilitarán con carácter de urgencia campamentos con 6.000 plazas en las islas de Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura para ir acogiendo a los inmigrantes que ahora se reparten por 17 complejos turísticos y, de forma paralela, trabajará para dotar de otras 7.000 plazas estables en el interior de inmuebles.

El plan se apoya, en buena medida, en los terrenos e inmuebles cedidos por el Ministerio de Defensa en tres islas, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y Bankia.

Escrivá destacó que el 90% de los 18.348 inmigrantes que han llegado en patera a las islas en lo que va de año "son expulsables a sus países de origen" y recalcó que los traslados a la Península que puede promover su departamento se ciñen exclusivamente a personas en situación de vulnerabilidad.

En esta misma línea, el ministro del Interior explicó ayer que el Gobierno quiere evitar que Canarias se convierta en la "vía de entrada irregular en Europa".

El ministro hizo estas declaraciones en Rabat, donde se trasladó por séptima vez desde su nombramiento en un viaje interpretado como un intento de mayor cooperación del Gobierno marroquí para reforzar las repatriaciones de sus nacionales, dado que son más de la mitad de los migrantes llegados irregularmente a Canarias.

Marlaska respondía a una pregunta sobre los eventuales traslados a la Península: "Cuando se habla de traslado a la Península (digo): hay que luchar contra la emigración irregular y evitar que se establezcan vías de entrada irregular a Europa".

Marlaska aclaró que "las políticas migratorias son del conjunto de la UE, y no solo de España", al tiempo que insistió en que las personas con derecho a protección o vulnerabilidad tendrán trato preferencial, pero que no se contemplan traslados masivos y regulares.

El traslado de los inmigrantes hacia la Península es una reiterada petición del Gobierno canario, cuyo presidente, Ángel Víctor Torres, subrayó que las derivaciones a la Península siguen siendo una exigencia de Canarias porque es una "obligación solidaria" establecida en el pacto europeo de asilo y migraciones, al que se oponen países como Polonia o Eslovaquia, y porque las islas sólo pueden acoger a un porcentaje de los inmigrantes que llegan.

"Canarias se opone a ser el único lugar de España donde se quede toda la inmigración irregular. Hay un pacto por la migración y el asilo que dice que Europa tiene que ser solidaria con las personas que llegan a los territorios fronterizos. Se lo digo con rotundidad al Gobierno de España y a la UE: Canarias no aceptará que toda la inmigración quede en Canarias", señaló Torres.

Además, dijo que solo podrá estar satisfecho "cuando se desmantele" el campamento del muelle de Arguineguín, donde han llegado a hacinarse más de 2.500 personas esta misma semana. Por otro lado, recibió "como una buena noticia" que Valencia, País Vasco, Castilla y León, Extremadura y Aragón y la ciudad de Barcelona se hayan ofrecido a acoger a parte de los 9.000 inmigrantes que están en Canarias.

El plan de acogida diseñado por Migraciones supondrá una inversión de 84 millones de euros, de los que 43 procederán de fondos EMAS y 41 de los fondos de recuperación de la UE.

18.3480

En lo que va de año, han llegado a las islas Canarias 18.348 inmigrantes en patera, de los cuales, "el 90% serían expulsables", según Escrivá.

9.000

Comunidades como Valencia, Castilla y León, País Vasco, Extremadura, Aragón y la ciudad de Barcelona se han ofrecido a acoger a parte de los 9.000 inmigrantes que están en la isla.

El titular de Migraciones, José Luis Escrivá admitió que su ministerio "podría haber llegado antes" a responder a esta emergencia humanitaria, y estimó que "hay que mirar hacia adelante".