A los 24 años dio un giro a su vida: dejó a un lado la nutrición y el deporte, y cumplió con su vocación de ser policía foral. Hoy, 16 años después de aquella decisión y tras un reciente ascenso, es la primera y única inspectora en la historia del Cuerpo autonómico.

¿De niña ya quería ser policía?

-De niña quizá es mucho decir. Pero sí que era algo que desde muy joven me había atraído.

¿Cómo llegó a ser policía foral?

-Por mi relación con el patinaje de alto nivel, decidí estudiar Nutrición en la Universidad de Navarra y me especialicé en Deporte. En tercero de la carrera me ofrecieron trabajar como profesora ayudante y durante tres años estuve implicada en proyectos de alimentación relacionada con el deporte y con otras áreas. Pero sabía que si no optaba por ser policía foral siempre me iba a quedar una espinita. Así que de la noche a la mañana, di un giro a mi vida. Lo decidí un 2 de julio. Al día siguiente fui a la Universidad y le dije a mi jefa que quería ser policía foral. Me apunté a una autoescuela, a una academia y me presenté a la oposición. Saqué la plaza [fue número uno de su promoción] y desde ese momento, nunca me he arrepentido de esa decisión.

¿Qué es lo que le atraía de ser policía foral?

-El ayudar a los demás siempre me ha gustado y tener la oportunidad de hacerlo a través de mi trabajo es muy gratificante. Ser policía te ofrece la posibilidad de asistir y atender a una víctima en primera instancia, resolver los problemas y necesidades de los ciudadanos en materia de seguridad, ofrecer protección y garantizar la seguridad de las personas, prevenir e investigar delitos... Me siento muy orgullosa del paso que di para ser policía, mi trabajo me encanta.

¿Alguna vez ha sentido que se le ha tratado de forma diferente por ser mujer?

-Reconozco que nunca me he sentido discriminada por ser mujer. Siempre me he sentido muy integrada y respetada por mis compañeros. Desde un principio me he sentido una policía más y así me han tratado. Dentro de la Policía Foral, solo tengo cosas positivas que decir en este aspecto. Soy consciente de que no todas las mujeres tienen esta suerte y abogo por identificar desigualdades y discriminaciones por razón de sexo y actuar contra ello.

Ha estado 16 años en Información. ¿Nunca antes se planteó promocionar?

-Siempre he tenido en la cabeza promocionar, pero la verdad es que me sentía afortunada con el trabajo que realizaba día a día y siempre que he tenido la oportunidad de promocionar, he decidido que no era el momento de hacerlo. Trabajar en la División de Información, unidad especializada dentro del Área de Investigación Criminal, me ha permitido tener la oportunidad de investigar el fenómeno de las bandas latinas en Navarra durante varios años. A su vez, me ha posibilitado colaborar con las distintas Brigadas de Policía Judicial en varias investigaciones complicadas, como el crimen de Nagore Laffage, Yamiled Giraldo... Siempre he pensado que ya llegaría el momento de ascender.

¿Y por qué decidió dar el salto de ser inspectora?

-Consideré que había culminado una etapa y era la oportunidad de seguir creciendo profesionalmente. Me siento preparada y muy motivada por el puesto. Las funciones que desempeña un inspector (gestión, coordinación, organización, planificación...) me atraen de forma especial.

¿Qué significa para usted ser la primera inspectora de la Policía Foral?

-No puedo ocultar que siento una gran satisfacción personal pero, al mismo tiempo, una gran responsabilidad por el nuevo cargo.

¿Siente una presión extra por ser la primera mujer que ha alcanzado el empleo de inspectora en la Policía Foral?

-No, no lo quiero ver así. Siento una gran responsabilidad por querer ser muy competente en mi nuevo empleo y destino, por mis compañeros, mi organización y por la ciudadanía, no por ser mujer.

¿Se va a notar en algo en su nueva unidad, la Brigada Asistencial, que una mujer es la que manda?

-La Brigada Asistencia siempre ha sido una unidad especializada de referencia en Navarra en materia de Violencia de Género y deseo que siga siendo así. Soy defensora de la mejora continua y lo que pretendo con mi presencia es continuar en esta línea y buscar la excelencia en el servicio que Policía Foral ofrece en este ámbito. Desde la Brigada se le da una especial importancia a la asistencia a las víctimas, porque se investigan e instruyen delitos sufridos principalmente por mujeres o menores, que han pasado por un proceso de victimización doloroso. Llevo 20 días en la unidad y tengo que decir que estoy admirada y muy orgullosa de la sensibilidad, empatía y profesionalidad con la que los integrantes de la brigada atienden a las víctimas. Una atención inmediata y de calidad es fundamental para la completa recuperación de las mujeres víctimas. A su vez, voy a esforzarme al máximo en luchar contra la violencia hacia la mujer y los delitos sexuales. Me preocupa que a día de hoy siga existiendo este tipo de violencia. Tenemos que aunar esfuerzos entre todos para erradicar este tipo de manifestaciones contra la mujer. En este sentido, considero que la educación es clave para conseguir una sociedad igualitaria.

Las mujeres son un 9% de la plantilla de la Policía Foral, formada por 1.077 agentes. ¿Por qué son un porcentaje tan bajo?

-Es algo que me da mucha pena. Que haya un porcentaje tan bajo no es porque haya desigualdad dentro de la organización, eso quiero dejarlo claro. En Policía Foral todos tenemos las mismas oportunidades para el acceso y promoción. Bajo mi punto de vista, el motivo es que hasta ahora no ha habido un atractivo por parte de las mujeres por el trabajo de policía. Afortunadamente, esta situación está cambiando y en la actualidad, hay más mujeres que quieren ser policías, lo cual me agrada y creo que es muy positivo para la organización. Tanto desde la Jefatura como por parte de la Dirección General de Interior, hay una firme voluntad de incrementar el número de mujeres dentro de la organización, éste es uno de los pilares del Plan Estratégico 2020-2023 que está desarrollando Policía Foral. En la actualidad se está trabajando en un Plan de Igualdad dentro del cuerpo.

¿Cómo animaría a chicas jóvenes a interesarse por ser policía foral?

-Le diría que es una profesión apasionante y muy gratificante. Les hablaría de mi experiencia y de los motivos que me animaron a mi a decidir mi futuro profesional. Son muchos los ámbitos policiales en los que se pueden especializar: desde la asistencia a la víctima, atención al ciudadano, investigación, policía científica, delitos informáticos, análisis e inteligencia... Me gustaría que esta entrevista sirviese para visibilizar la figura de mujer policía, me consta que cada vez hay más mujeres estudiantes que están interesadas en ser policía. Creo que hay un cambio en la percepción del trabajo de policía entre las mujeres, pero aún debemos esforzarnos más en visibilizar cómo es nuestro trabajo.

¿Se pone algún límite? ¿Se ve de comisaria o incluso jefa de la Policía Foral algún día? ¿Cree que una mujer puede ser jefa de la Policía Foral?

-Por supuesto que una mujer puede llegar a ser jefa de la Policía Foral. En mi caso, quiero disfrutar de este momento y en el futuro, si hay posibilidad de promocionar a comisario, lo haré. De momento, voy a dar lo mejor de mí día a día y continuar formándome, pero no me cierro puertas.