- “Estoy a favor de que se amparen los derechos de las minorías sexuales y, fundamentalmente de los transexuales, lo que ocurre es que en el anteproyecto de Ley Trans no se habla practicamente de ellos De lo que se habla es del transgenerismo queer. Por lo tanto, ya hay que empezar diferenciar los términos, porque no son lo mismo”, explica Luisa Posada, filósofa, profesora de a Universidad Complutense de Madrid.

Posada indica que el triángulo variable identidad-deseo-cuerpo genera un debate a veces confuso, incluso en los términos.“Una gran parte de la sociedad y también muchos medios de comunicación al hablar de transgénero se refieren a la transexualidad y lo mezclan todo. En el transgenerismo queer, la idea fundamental es que el sexo es una libre autodeterminación. Esto es lo que una gran parte del feminismo no acepta.Una gran parte de él dice que una cosa es el sexo, la posición biológica, que se tiene por nacimiento, y otra es el género que son los estereotipos, los roles, las imposiciones que se designan culturalmente sobre los sexos”. apunta la académica.

El problema, en su opinón, radica en que si se niega que el sexo no es construido, lo que se hace es borrar las condiciones de desigualdad por razon de su sexo.. “Seniega que las mujeres sufren una violencia estructural, la existencia de la feminización de la pobreza y de la explotación sexual”, añade Posada.

Esta parte del feminismo, en la que se incluye, se opone a que la teoría queer suplante el sujeto del feminismo que son las mujeres, por una serie de sujetos distintos que son identidades en coalición como los transgénero, transexuales, bisexuales, etc. “Además existe el miedo de que en esta operaciión queer todo vaya en un mismo paquete. Sería legalizar la prostitución, la pornografía y los vientres de alquiler. Esta es la cuestión del desacuerdo con la Ley Trans que se quiere aprobar”.

“No se pueden borrar los derechos de las mujeres que son la mitad de la población mundial. Y los lobbies económicos que están tras la operación queer, entre ellos la industra farmacéutica, no suman en la lucha feminista, sino que tratan de suplantarla”, afirma con datos que evidencia esta afirmación.

“Además es sospechoso que toda la reacción queer se produzca a nivel mundial justo cuando el feminismo está en la cuarta ola, más potente que nunca”, sentencia. “Esto solo beneficia al patriarcado”.

“ Estoy a favor de los derechos sexuales de las minorías, pero sin ir en contra de la mitad de la población”

Filósofa y ensayista