Con motivo del Día Mundial de Prevención del cáncer de cérvix, la psicooncóloga Maite Bengochea Basterra destaca la importancia de "la prevención y de la detección temprana", porque "con un diagnóstico precoz el tratamiento y el pronóstico es mucho mejor".

En el servicio de Psicooncología de la AECC, ¿cómo ayudan a una mujer con cáncer de cuello uterino a afrontar este diagnóstico?

- Las pacientes pueden acudir a este servicio en cualquier momento de la enfermedad: en el diagnóstico, durante los tratamientos, una vez que éstos han finalizado€ Lo primero que hacemos en una entrevista inicial es escuchar a la paciente, valorar qué necesidades tiene. Nuestro objetivo principal es adaptarnos a sus requerimientos, facilitar su adaptación a la enfermedad, a los tratamientos o a la problemática que esté viviendo en ese momento. Normalmente, en el diagnóstico la reacción general es de haber recibido un impacto emocional. El cáncer es una enfermedad que impone, que preocupa y normalmente, al principio, la sensación es de shock e incredulidad; cuesta asumir. Según lo vamos procesando, se genera preocupación por cómo será la evolución, por los tratamientos y por cómo los van a sobrellevar... También preocupa los cambios que esta nueva situación va a suponer en el ritmo de vida: situación familiar, actividades, rutinas o actividad laboral. Valoramos un poco el estado emocional y las herramientas que tiene esa persona para ayudarle a afrontar la situación.

¿Cuáles son las necesidades que os trasladan estas pacientes?

-Depende de cada persona, pero al principio sobre todo es la incertidumbre, el manejo de la ansiedad que les provoca esa situación, principalmente al comienzo, al esperar el resultado de pruebas, de extensión y del plan de tratamientos. Las pacientes también nos refieren preocupación o miedos sobre los tratamientos, sus efectos secundarios y cómo los van a manejar. Las necesidades también varían en función del momento vital en que se diagnostique la enfermedad, no es lo mismo cómo va a afectar a una persona joven o a una más mayor: desde si va a poder seguir manteniendo sus rutinas, cómo le va a repercutir laboralmente, a nivel de pareja, si tiene hijos..., también el estadio, si es un diagnóstico precoz o está en situación avanzada.

¿Cuál es el perfil de mujer con cáncer de cérvix que demanda atención psicológica en Navarra?

-Alrededor del 30% de los pacientes con cáncer van a requerir atención psicológica a lo largo del proceso oncológico. No hay un perfil concreto, específico del cáncer de cérvix. Pueden necesitar una orientación sobre un tema en concreto o una intervención terapéutica más prolongada para trabajar el manejo de la ansiedad, el bajo estado de ánimo, los cambios de imagen corporal que van a suponer los tratamientos, cómo informar a los hijos o a los niños en la familia de la situación oncológica, o las dificultades en temas como la sexualidad y su repercusión en la vida en pareja. La demanda es diferente en función del tipo de necesidades y de la situación vital de la paciente.

¿Qué papel juegan las parejas en la recuperación psicológica de estas mujeres? La pareja, la familia...

-El entorno, el apoyo social y familiar para un enfermo oncológico es muy importante. Hay personas que son más extrovertidas y necesitan más contacto social o familiar y gente más introvertida que necesita más espacio personal, pero en general es muy importante que sientan que tienen un entorno que les apoya. Hemos visto que ha habido un aumento de la soledad con la covid, cuando la distancia física ha sido una medida para proteger a los pacientes, que están inmunodeprimidos. Ha disminuido mucho el contacto y las pacientes nos explicaban que les ha resultado especialmente duro. Para quienes tienen pareja, la relación puede verse afectada por el cáncer y los cambios que supone tanto a nivel corporal como psicológico. En las consultas trabajamos para facilitar y reforzar la comunicación, porque hay muchos cambios.

Por qué conviene reforzarla.

-Cuando nos diagnostican un tumor estamos más asustados, más preocupados y muchas veces nos cuesta, incluso a nosotras mismas, identificar qué emoción sentimos y qué necesitamos. Esta situación también supone todo un impacto a la pareja. Quiero decir que el cáncer es una enfermedad familiar; una persona lleva las células, pero la situación afecta a toda la familia. Es algo compartido. Una buena comunicación no solo consiste en transmitir la información médica recibida, también explicar cómo nos sentimos con ella y esto va a ayudar a sobrellevar mejor este proceso. Especialmente con la pareja, si hay una buena comunicación y se mantiene la sensación de confianza, si se siente ese soporte, ayuda a afrontar la enfermedad. También es verdad que las necesidades y los estados de ánimo van a ir cambiando durante el proceso y si las pacientes comunican cómo están y qué necesitan, su entorno podrá entenderlas y ayudarlas. Como decíamos, es muy importante el apoyo. Lo que vemos es que una pareja que acompaña, escucha y respeta los ritmos y las necesidades de la paciente facilita el proceso oncológico.

¿Cómo afecta a la sexualidad de estas mujeres?

-La sexualidad es un aspecto importante de las personas y los tratamientos oncológicos tienen una gran repercusión en ella. En un principio el impacto psicológico del diagnóstico supone que releguemos la sexualidad a un aspecto secundario. A esto se suma que los tratamientos (quimioterapia, radioterapia, etc) tienen repercusión directa en la capacidad orgánica que tenemos para disfrutar de la sexualidad. Ese aspecto se va trabajando más, tanto por parte de los médicos, como nosotros en las consultas. No obstante, cuando hay buena relación de pareja, hay buena comunicación, se pueden explorar otras vías para disfrutar de la sensualidad y la intimidad.