El Gobierno español aprobará este martes el nuevo currículo de Educación Secundaria Obligatoria, que recoge todo lo que los alumnos, sin excepción, deben aprender al término de sus estudios básicos y que tendrán un enfoque más competencial: se trata de saber aplicar lo aprendido y no memorizar datos sin conexión.

La normativa por la que se establece la ordenación y enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) entrará en vigor en el año académico 2022-2023 para los cursos primero y tercero de esta etapa y para los cursos segundo y cuarto en 2023-2024.

Entre los principales objetivos del real decreto que aprobará este martes el Consejo de Ministros a propuesta de Pilar Alegría, se encuentra la reducción del abandono escolar y la repetición de curso, una medida poco eficaz y muy cara para las arcas públicas.

El Estado español es el país de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos con más repetidores en Secundaria: casi el 9 % frente al 1,9 % de la media de la treintena de países de la OCDE.

Una de las novedades del real decreto es que el número de suspensos no será el criterio determinante a la hora de promocionar de curso, sino que la decisión final estará en manos del profesorado. El equipo docente, de manera colegiada, evaluará si el alumno ha alcanzado las competencias y los objetivos de la etapa.

Es decir, ellos juzgarán si el estudiante puede seguir con éxito su aprendizaje, aunque tenga varias materias suspensas.

En todo caso, promocionarán quienes hayan superado las materias o ámbitos cursados o tengan evaluación negativa en una o dos materias.

La permanencia en el mismo curso se considerará una medida de carácter excepcional, por lo que solo se podrá usar una vez en el mismo curso y dos veces como máximo a lo largo de la enseñanza obligatoria.

El real decreto del currículo de la ESO propiciará el aprendizaje competencial, autónomo, significativo y reflexivo en todas las materias, acorde a la idea del Ministerio de que los adolescentes sepan aplicar lo que aprenden y no se limiten a memorizar contenidos.

El texto prevé asimismo que la educación para la salud, incluida la afectivo-sexual, la igualdad entre hombres y mujeres, el respeto mutuo y la cooperación entre iguales serán objeto de un tratamiento transversal, y fija que todo el alumnado cursará Educación en Valores cívicos y éticos en uno de los años académicos de la etapa.

Las materias de los tres primeros cursos serán las siguientes: Biología y Geología; Educación física; Educación plástica, visual y audiovisual; Física y Química; Geografía e Historia; Lengua castellana y Literatura y, si la hubiere, Lengua cooficial y Literatura; Lengua extranjera; Matemáticas; Música y Tecnología y Digitalización.

En el conjunto de los tres cursos, los alumnos y alumnas darán alguna optativa.

En cuarto curso, las materias serán Educación Física; Geografía e Historia; Lengua castellana y Literatura y, si la hubiere, Lengua cooficial y Literatura; Lengua extranjera y Matemáticas.

Además de estas materias, los y las estudiantes deberán elegir tres materias de entre: Biología y Geología; Digitalización; Economía y Emprendimiento; Expresión artística; Física y Química, Formación y orientación personal y profesional, Latín, Música, Segunda lengua extranjera y Tecnología.