Elordi García: "Sólo desde la aceptación podremos hacer frente a la leucemia"
Imparable hasta la médula. El cáncer como aprendizaje de vida esun diario de vida que nace cuando a Elordi García Insausti le diagnosticaron una leucemia de alto riesgo en diciembre de 2013. Así, es la historia de una superviviente, un relato de superación personal y resiliencia que esta periodista guipuzcoana ha querido contar para ayudar a otras personas y también colaborar con la investigación contra el cáncer. Y es que los beneficios del libro, presentado el miércoles en Altsasu, se destinan a la Fundación Josep Carreras.
Con 36 años, con una prometedora carrera como presentadora de televisión por delante, le diagnosticaron la enfermedad. ¿Cómo ha sido este viaje?
-Ha sido un viaje muy largo y muy duro, porque perder la salud de la noche a la mañana es similar a un duelo. Y como tal, los pacientes vivimos diferentes etapas. Negar la enfermedad es algo muy habitual al escuchar un diagnóstico de estas características. Pero desde la negación hay que emprender el camino hacia la aceptación. Sólo desde la aceptación podremos mostrar la mejor actitud para hacer frente a la enfermedad. Esto no quiere decir que no podamos estar tristes o enfadadas. Para mí es fundamental sacar todas esas emociones, pero sin aferrarnos a ellas. A lo único que yo he intentado aferrarme es a la esperanza y por supuesto a las personas que me han estado sosteniendo desde el amor. Mi familia principalmente y mis amigos me han dado fuerzas para seguir levantándome cada vez que me caía.
El cáncer como aprendizaje de vida es el subtítulo de su libro ¿Qué le ha enseñado?
-El cáncer es un aprendizaje continuo, un curso acelerado de vida que empieza en el mismo momento del diagnóstico. Ese día, para mí, desaparecieron todas las demás preocupaciones. Y me di cuenta del tiempo que perdemos en cosas banales, en las prisas que nos ciegan en el día a día. La vida no es una maratón, la vida está compuesta por momentos, y podemos perderlos si vamos en piloto automático y nos dejamos arrastrar por inercias cada vez más limitantes. “Vivir es urgente” ya lo decía Pau Dones. Vivir el presente, añado yo. Sin estar tan pendientes del pasado o el futuro. Lo único que tenemos es el aquí y ahora. Así que disfrutemoslo con la intensidad de los niños y agradezcamos todo lo que tenemos porque sin duda, la salud es uno de nuestros mayores tesoros y el amor de los nuestros nuestro mayor patrimonio.
¿Cómo surgió el libro?
-Para mí los cimientos de este libro se forjaron en la habitación de aislamiento en la que me ingresaron cuando me diagnosticaron leucemia. Mi hermana me regaló un cuaderno y allí fuimos anotando las preguntas que queríamos hacerles a los médicos, los días de quimio, cómo iba el tratamiento, algunos efectos secundarios... Cuando en 2019 empecé a escribir el libro eché mano de ese cuaderno para refrescar un poco la memoria, aunque hay cosas que nunca se olvidan. Y terminé de escribirlo durante el confinamiento provocado por la pandemia. para mí esos meses fueron un regalo. Estaba en mi casa, sana, con todas las comodidades al alcance de la mano y el tiempo suficiente para crear.
Es un canto a la vida.
-Efectivamente. La vida sigue siendo maravillosa incluso en la adversidad. Solo hay que prestar atención a las pequeñas cosas que son capaces de arrancarnos una sonrisa en los días más grises. A mí la enfermedad me ha regalado momentos preciosos en los que he llorado de felicidad. También ha habido momentos horribles, porque al final el cáncer te arrebata muchas cosas, entre ellas tu propio aspecto físico. Y no ha sido un camino de rosas. Más bien al contrario. Pero en ese camino de espinas también hay ocasión de vislumbrar alguna rosa y de esas ocasiones hay que sacar la energía para tratar de apartar las espinas.
En su libro desnuda su alma, una montaña rusa de emociones desde que supo el diagnóstico. No obstante, hay otro relato más objetivo, casi científico, con intención divulgativa.
-Supongo que ha sido mi vena periodística la que me ha llevado a divulgar los conocimientos que he ido adquiriendo durante estos años. Me parecía enriquecedor hacer accesibles al público los complejos términos médicos que te vas encontrando en un proceso así utilizando un lenguaje comprensible, ameno y ágil.
En su caso, fue necesario un trasplante de médula ósea de un donante de Alemania, un gesto que le salvó la vida. Habla de que hay desconocimiento sobre en qué consiste.
-La médula ósea es una gran desconocida envuelta en mitos falsos y como periodista he sentido la necesidad de arrojar un poco de luz al respecto. De hecho, ese ha sido uno de los motivos que me han llevado a escribir este libro. Yo estoy viva gracias a ese alemán que sin conocerme de nada decidió regalarme unas células de su sangre de manera altruista. Unas células que su médula ósea, es decir, la fábrica de la sangre de su cuerpo regeneró en unas semanas.
Sin embargo, la médula ósea se sigue confundiendo con la médula espinal. Y no tienen nada que ver. Es más, el trasplante de médula ósea es como una transfusión de sangre. Así que ojalá mi libro sea capaz de invitar a los jóvenes a hacerse donantes de médula ósea.
También habla de la necesidad de naturalizar el cáncer, una enfermedad que aunque se ha duplicado la supervivencia en los últimos 40 años, se lleva cada día en el Estado a más de 300 personas.
-Hablar de cáncer sigue siendo todavía un tabú para gran parte de la sociedad. Es como si mencionar la enfermedad pudiera atraerla y eso da mucho miedo. Pero cada vez somos más los supervivientes, aunque solo se contabiliza la muerte y no la vida. ¡Qué curioso! Para las personas que hemos convivido con el cáncer es indispensable hablar de ello de manera natural para poder sanarnos. Estoy segura que naturalizar y normalizar el cáncer nos ayudaría a desestigmatizarlo.
El tenor Josep Carreras ha escrito el prólogo del libro y para su fundación son los beneficios por su venta.
-La Fundación Josep Carreras lleva más de treinta años tratando de encontrar una cura definitiva para los cánceres de la sangre y este libro es una apuesta clara por la investigación. Sin investigación no habrá avances ni mejoras en los tratamientos y siguen haciendo falta. El tipo de leucemia que me diagnosticaron a mí en 2013 sigue teniendo una tasa de supervivencia del 50%. Pero hay otro tipo de leucemias que tienen peor diagnóstico. Así que creo que hay mucho camino que recorrer y yo he querido aportar mi granito de arena de este modo. Gracias a todas las personas que hasta el momento han adquirido un ejemplar de Imparable hasta la médula se han podido destinar a la fundación 2.514 euros en apenas unos meses. Esperemos que esa cifra siga aumentando.
Es también la manera que he encontrado de agradecer a la fundación todo lo que han hecho hasta ahora. Josep Carreras la fundó un año más tarde de superar una leucemia y yo tuve el privilegio de entrevistarle en 2018 por el treinta aniversario de la fundación. Fue un encuentro que recuerdo con mucho cariño y que él también menciona en el prólogo.
“Hay gran desconocimiento sobre el trasplante de médual ósea. Ojalá mi libro sea capaz de invitar a los jóvenes a hacerse donantes”
“La vida no es una maratón, la vida está compuesta
por momentos y podemos perderlos si vamos
en piloto automático”
Temas
Más en Sociedad
-
La natalidad se ha reducido en Navarra un 26% en los últimos diez años
-
Consumo y Sanidad regularán por decreto la calidad de las comidas en hospitales y residencias
-
El juez cree que Asencio pidió el vídeo sexual sabiendo que salía una menor
-
La canción para el Nafarroa Oinez 2025 reivindica la historia del euskera a ritmo de rumba