Bilal M., que en la madrugada del 17 de octubre de 2021 agredió gravemente a un policía fuera de servicio que le recriminó que no llevase mascarilla en un autobús de Zaragoza, no irá a prisión tras el acuerdo al que han llegado la acusaciones y la defensa antes del juicio que se iba a celebrar en la capital aragonesa.

El agresor está en prisión preventiva en la cárcel de Zuera (Zaragoza) desde que fue detenido el 25 de octubre en Alicante, pero saldrá de ella de forma inmediata en virtud de este acuerdo, por el que Bilal M. acepta una pena de dos años de cárcel por un delito de lesiones y otra de seis meses por atentado a agente a la autoridad.

Como quiera que ninguna de estas dos penas por separado supera los dos años de prisión, que el agresor no tenía antecedentes y que ya ha satisfecho parte de la indemnización al policía por las lesiones causadas y las secuelas, fijada en 12.385 euros, las partes han acordado la suspensión extraordinaria de la pena.

El acusado ya ha pagado 8.385 euros al policía al que atacó y los 4.000 restantes se cubrirán con el dinero consignado con anterioridad en la cuenta del juzgado, ha explicado el juez al relatar el acuerdo a las partes.

El juez ha advertido a Bilal M. de que la pena queda suspendida de forma extraordinaria por un periodo de tres años y seis meses, lo que supone que si en ese tiempo comete un delito, "por pequeño que sea", tendrá que reingresar en la cárcel para cumplir el resto de la condena de dos años y seis meses, al que se le restarían los siete meses que ha estado en prisión preventiva.

Según el relato de los hechos del juez, aceptado por el acusado, a las 4.40 horas de la madrugada del 17 de octubre viajaba en el interior de un autobús urbano de la línea 32 cuando el agente fuera de servicio se percató de que no llevaba mascarilla y le pidió en dos ocasiones que se la pusiera al ser obligatoria.

El acusado, molesto, comenzó insultar al policía, que exhibió entonces su carné y su placa, momento en el que el Bilal M. se alteró aún más y, en un momento dado, le dio al agente dos fuertes patadas en el pecho después de tomar impulso en las barras del autobús.

El policía cayó sobre unos asientos y en ese momento el acusado se sentó sobre él y comenzó a darle puñetazos en la cabeza y la cara. Bilal M. escapó y fue detenido días después, el 25 de octubre, en Alicante, cuando se disponía a abandonar el país.

El policía sufrió una contusión craneal con edema, traumatismo facial con fractura del hueso malar y diversas hemorragias.