Si no me equivoco, cuando se incluyó el grado de Ciencia de Datos en la oferta académica de la Universidad Pública de Navarra había muy pocas universidades en España que lo ofertaran, pero ahora cada vez más centros se están subiendo al carro.

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-Sí, en esto hemos sido pioneros. Es cierto que la universidad, y en ese momento la responsable era Carmen Jarén, dio un paso adelante apostando por estos grados, también otros como Biotecnología y Ciencias, y la facultad, que entonces era Ingeniería Agronómica, estuvo encantada de acogerlos. Creo que hemos lanzado una línea de grados muy relevante. Y ahora, digamos, somos de esa gente a la que la pandemia le ha dado buena publicidad, porque justo dos años antes habíamos sacado Biotecnología, Ciencias y Ciencia de Datos y creo que tiene mérito, porque en su momento esta universidad no era fuerte en ciencias, o no tenía bagaje. En ese momento Ciencia de Datos no existía, somos los primeros, empatados, en implantar este grado. Mucha gente no lo entendía y lo consideraba una especialización excesiva, pero nosotros creíamos que no, y gracias sobre todo al impulso que se dio desde Enseñanzas de la UPNA se pudo hacer. Son graduados que no existen, los primeros están saliendo ahora.

¿Qué profesionales vienen desarrollando esta función? Porque ni el análisis de datos ni las inteligencias artificiales son algo nuevo.

-Absolutamente. De la misma forma que en un primer momento había únicamente ingenieros, en general, y que luego se fueron especializando. Está claro que la ciencia de datos no la inventan estos chavales, aunque sean los primeros graduados. Antes, físicos, matemáticos, ingenieros informáticos, yo mismo soy ingeniero informático, estaban haciendo esta función. Yo soy de los que piensan que no se debe etiquetar a nadie por tus primeros cuatro años de tu vida laboral, que es lo que es la universidad. Cuando llevas 10 o 15 años de experiencia no necesitas que venga nadie a decirte que tú no eres científico de datos porque estudiaste matemáticas. No se puede etiquetar a la gente por decisiones que tomó con 18 años.

Este próximo curso ve la luz el doble grado de Ciencia de Datos y Biotecnología. ¿Se prevén más? ¿O una ampliación de plazas?

-El proceso de crecimiento de plazas durante estos cuatro años ha sido paulatino. Comenzamos con 25, porque es una titulación exigente y novedosa y cuando se trata de la universidad pública hay que hacer las cosas bien. Luego hemos ido creciendo y ahora van a entrar un total de 50 alumnos, de los que 10 están en la doble con ADE y otros 10 en la doble con Biotecnología. Hemos duplicado en cuatro años y no tenemos inconveniente en crecer, pero estamos hablando de un trabajo complejo, porque no se trata de darle a un botón y contratar al doble de profesores. Hay que buscar a gente que de el nivel e instalaciones que en este mundillo hay que equipar muy bien, y esas cosas cuestan dinero. Luego hay que organizarlo todo con cuidado, porque el funcionamiento del grado está siendo bueno, las cosas están saliendo muy bien, y no queremos aumentar el número de plazas de forma indiscriminada. En todo caso, la universidad entiende que tiene que dar un servicio público, que existe una demanda y que nuestro objetivo nunca es la exclusividad, sino que es dar la mejor educación posible a la mayor cantidad de gente posible.

Entiendo que el siguiente paso más lógico es la creación de estudios de posgrado en esta materia.

-Sí. Desde la escuela estamos promoviéndolo activamente y me habría gustado que estuvieran preparados para la primera promoción, y los chavales bien lo saben, pero estamos peleándolo en muchos ámbitos, tratando de ver dónde pueden ser más útiles, porque la competitividad puede ser una de las claves. Sería una pena que los graduados se tengan que ir a otros sitios a seguir con sus estudios, porque es muy triste ver que nos hemos anticipado y estamos generando ya gente para el mercado cuando en otras provincias van a tener que esperar tres años para tenerlos y ver que no se les ofrece la continuidad que ellos desean. Es doloroso pero estamos trabajando en ello y si no podemos llegar muy pronto al menos vamos a llegar muy bien.

¿Hay algún tipo de plazo ya marcado en este sentido?

-Idealmente sería el curso que viene, pero no es mi responsabilidad marcarlos. Mi responsabilidad es dar toda la ayuda posible cuando desde Enseñanzas de la UPNA digamos se de el pistoletazo. Llevamos mucho tiempo trabajando en ello, buscando perfiles, y en cuanto tengamos las aprobaciones ministeriales los lanzaremos.

¿Diría que la ciencia de datos es la profesión del futuro?

-No la identificaría como la profesión del futuro, sino como la tecnología del futuro. Yo tengo 36 años, así que tampoco estaba aquí en 1980, pero cuando empezaron a entrar ordenadores en las empresas había alguien que era el o la del ordenador. El que sabía de informática, porque nadie más sabía. Ahora es lo que hay, es lo que toca. Todo el mundo utiliza ordenadores independientemente de tu formación o a qué te dediques. Creo que la ciencia de datos va a tener una transición parecida. Va a haber gente especializada, igual que hoy hay informáticos, pero creo que es algo que va a filtrar todas las profesiones de la misma forma que la informática. Casi todas las profesiones se van a tener que acostumbrar en mayor o menor medida a la analítica de datos, dejando un nicho de especialistas.