l frontón de Puente la Reina-Gares comenzó a las 17.00 horas de ayer a recibir a las primeras personas desalojadas de las poblaciones de Valdizarbe asediadas por el fuego, la mayoría de ellas en estado de shock por haber tenido que abandonar sus hogares con la incertidumbre de qué encontrarán cuando regresen a ellos. Posteriormente, dadas las necesidades existentes, el frontón se habilitó como puesto médico y las personas se realojaron el Colegio de los Padres Reparadores.
"Al despertar, había cenizas en el aire"
A Mari Carmen Guembe le sorprendió el incendio cuando se despertó de la siesta en su casa de Obanos. "Miraba a un lado y había humo negro. Miraba al otro, y veía todo rojo. Había ceniza en el aire y me he dado cuenta de que era un incendio", recordó al llegar al frontón de Puente la Reina-Gares.
Inmediatamente, se dirigió a buscar a sus nietos y a sus dos perros, que estaban en una casa cercana. "He ido a por ellos en mi coche y después he vuelto a por mi marido. Nos hemos encontrado con la alcaldesa en la calle y nos ha dicho que viniésemos a Puente", apuntó Mari Carmen, junto a su esposo Emilio José Cambra. "Lo fundamental es que todo estamos bien", finalizó.
"Todos estamos bien, pero menudo disgusto"
"Salir de tu hogar así es muy duro, sientes mucha impotencia", explicó María Pilar Saénz de Pipaón, vecina de Obanos desalojada. Junto a ella se encontraban sus padres. "Todos estamos bien, pero tenemos mucho disgusto. Lo principal son las vidas y que nadie resulte herido", señaló esta mujer, que estaba en su casa de Obanos cuando comenzó el incendio. "Hemos visto que había humo en un campo de cereal que está debajo de la casa de mis padres. Ha ido cogiendo más fuerza, así que he ido a ver cómo estaban", comentó.
Al poco de llegar al domicilio de sus padres, agentes de la Policía Foral les dijeron que debían desalojar la vivienda. "Nos han dicho que cerrásemos el gas y las ventana, y me he llevado mis padres a mi casa", relató la vecina de Obanos. Sin embargo, el incendio también iba a hacer que saliesen del pueblo. "Había fuego por el norte y por el este. Estábamos prácticamente rodeados", señaló el padre de María Pilar.
Ante esta situación crítica, los tres vecinos de Obanos se dirigieron rápidamente al frontón de Puente la Reina-Gares. "Mi marido y mi hijo se han quedado en el pueblo para intentar que el fuego no llegase a las viviendas. Lo más importante es que no le pase nada a nadie", concluyó María Pilar.
"Antes de que se acercase más el fuego, nos fuimos"
Junto a ellos se encuentra Adeli García, que estaba en Obanos con otras 23 personas realizando una formación profesional en una casa. "Hemos visto que el fuego iba llegando por los rastrojos y estaba a unos 100 metros de la casa en la que nos encontrábamos. Antes de que se acercase más, hemos decidido irnos del pueblo", resumió. En este sentido agregó que "nos habían dicho que había mucha descoordinación, por lo que antes de que la situación empeorase, nos marchamos", reiteró con impotencia. l