Las rebajas llegan antes que nunca a la Comunidad Foral. Este jueves, los grandes y no tan grandes comercios de Navarra han dado el pistoletazo de salida a esta época del año, las rebajas de verano, que llegan sin casi haber entrado en la temporada estival. Esto se debe al cambio de normativa que hubo hace tres años. La nueva ley permite a los comercios comenzar las rebajas sin fecha restringida. Así, los comercios aprovechan los últimos fines de semana de junio para empezar con las ventas de sus productos rebajados. 

A pesar de que la costumbre es que las rebajas comiencen un viernes, este año se han adelantado un día a causa de San Juan, festivo en muchas comunidades. Esta temporada, los descuentos han sido más generosos que en la campaña de invierno. Los comerciantes prevén unas rebajas exitosas consecuencia del ambiente más positivo que se respira gracias a la eliminación de restricciones por la Covid-19 y la lenta recuperación a la vida cotidiana.

Como todos los años, lo más atentos acudieron a sus tiendas de confianza de buena mañana, mientras otros muchos, sorprendidos por el pronto comienzo, pensaban aprovechar la ocasión. Frente a las puertas de comercios como El Corte Inglés o Zara se aglutinaban los primeros madrugadores. 

Muchas como la pamplonesa Maribel de Miguel comentaba que ya tiene todo lo que quiere fichado de antes: “Realmente las rebajas empezaron ayer, en la página web, pero ahí hay que andar muy listo, y no pude comprar todo lo que teníamos preparado en el carrito” decía mientras no perdía de vista el perchero de vestidos que tenía delante. Esperaba encontrar más suerte en la tienda física. La joven María Labiano aseguró que si se buscan tallas o prendas concretas no hay tiempo que perder. “El que no corre, vuela”. María admitió que llegó un poco antes, confesó que le dio vergüenza ponerse a la cola al llegar pero que había merecido la pena, ya que había encontrado lo que iba buscando. Lorea Bayona sonreía mirando la bolsa con sus nuevos pantalones grises. “Eran el último par que quedaba y casi no los pillo, pero aquí está”, suspiró aliviada. Entre risas reconocía que este año se ha puesto un poco más “profesional” y había acudido a comprar sabiendo lo que quería.

Otras como Itziar se enteraban gracias a las redes sociales del comienzo de la temporada y otras como Alba a través del boca a boca. Muchas otras clientas, como Jasone Ballesteros, consideran que las rebajas estivales son la oportunidad perfecta para comprar ropa de San Fermín, ya que otros años los descuentos en ropa de temporada suelen ser después de las fiestas o no tan pronto, al menos. “Después de dos años sin fiestas, no sé los demás, pero yo tengo una talla más, ¡desgraciadamente!” exclamó entre la sección de pantalones blancos. Sin duda, la temprana llegada de la época de las rebajas resultaba una sorpresa para la mayoría.

Algunas trabajadoras de Zara contaron que la tienda estaba “demasiado tranquila” para ser el primer día y esperaban más gente al día siguiente, cuando se corra la voz. De todas formas, las más despistadas también se alegraban de la llegada de las rebajas. La estellesa Ana Plaza entraba al Corte Inglés por necesidad, a mirar bañadores. “Tengo que reponer toda la colección”, contó. “Para mí es, desde luego, una grata noticia , a ver si así me sale más barata la compra, que nunca está de más”. Muchas de las clientas manifestaban haber preferido esperar unos días al comienzo de los descuentos, para así encontrar ese artículo con ese descuento esperado.

El énfasis en el ahorro ha sido notable esta temporada, y la mayoría de los clientes agradecían poder guardarse esos euros extras en sus bolsillos. “La crisis se está haciendo notar, y entre la subida de la luz, de la gasolina... estamos ahogados. En mi casa las vamos a agradecer”, reconoció Anais Etxauri. Como siempre, hay gente que no es partidaria de las rebajas, ya sea por la resistencia a gastar y consumir o por las aglomeraciones. Es el caso de las hermanas Eseverri, Leire y Amaia, que prefirieron pedir la prenda por la página web, y tras recogerla, marcharon cuanto antes a casa. Amaia aseguraba que el primer día de rebajas no darían “ni un vistazo rápido”.

Agurtzane Solano tampoco acudió a gastar nada, solo a devolver. Quería resistirse a comprar en a medida de lo posible, “gastamos mucho y la mayoría de veces sin necesidad”. Los hombres, con un papel más minoritario en esta época comercial, también encuentran maneras de explotar los descuentos. Algunos como Pablo Isturiz explicó que las rebajas son el momento perfecto para reponer “esas cosas que sabes que tarde o temprano vas a necesitar, y no sólo básicos”. Para él también es buen momento para mirar ropa más abrigada, que es, según decía, donde se encuentran las mayores gangas.