Tommie Smith y John Carlos alzaron el puño bien alto en México’68. Jesse Owens se recreó a los ojos del nazismo. Muhammad Ali, Billie Jean King, Megan Rapinoe... clamaron por los derechos ajenos, de los desfavorecidos. Son solo unos ejemplos de deportistas comprometidos. Entendieron el deporte como el altavoz para la denuncia de causas injustas, para la reivindicación, como un constructor de paz. Porque el deporte es un lenguaje universal que no encuentra fronteras físicas ni de idiomas. El eco de su impacto resuena de por vida. La Federación Vasca de Fútbol y su Euskal Selekzioa, como portavoces del pueblo vasco, adoptaron el fútbol como canal para la concienciación social, para la solidaridad, para recordar que Palestina es una nación sometida a un genocidio sinsentido a través de un partido amistoso en el que el resultado era lo de menos. Porque el éxito ya estaba garantizado antes de echar a rodar el balón, sin ganadores ni perdedores. Había vencido el clamor por la paz y la libertad. Páginas para la historia.

Con un San Mamés casi lleno hasta la bandera, lo que daba cuenta de la trascendencia de la cita, con cifra récord de asistencia en un partido de la Euskal Selekzioa ejerciendo como local, la pelota se movió al son de la esperanza. Palestina, que por primera vez disputaba un partido en Europa, cuna del fútbol, admitió su inferioridad ante el cuadro vasco, la que marcan las frías estadísticas, pero también anticipó que su corazón estaba ardiente por rayar a un digno nivel, con el estímulo de la repercusión mundial del duelo. El mundo miraba atento hacia La Catedral, donde Los leones de Canaán querían disfrutar como lo hacen los leones que habitualmente habitan esos lares.

Los jugadores de Palestina saludan a los de la Euskal Selekzioa y les hacen entrega de pañuelos palestinos. Oskar González

La Euskal Selekzioa se adelanta en los primeros compases

Sin embargo, esos deseos chocaron contra la realidad de un fútbol superior. Pronto se pudo observar la posición de Palestina en el ranking mundial de la FIFA (98), ese en el que la Euskal Selekzioa no figura y por la que lucha. El conjunto de Jagoba Arrasate, con 22 efectivos disponibles, comenzó el encuentro con un dominio que se plasmó cuando el encuentro aún se desperezaba, en el minuto 4. Kike Barja lanzó un preciso saque de esquina que Elgezabal remató con un poderoso cabezazo.

La tropa de Ehab Abu Jazar trató de protegerse desde el primer instante, cerrando filas, con un bloque bajo a la espera de las incursiones vascas, que se producían con especial incidencia por la banda izquierda, donde Aihen y Kike Barja encontraron un filón. Pero fueron los palestinos quienes pudieron ver portería tras un contragolpe que resolvió Zubeldia cuando Qunbar se disponía a perfilarse en solitario hacia la meta defendida por Aitor Fernández. El central de la Real Sociedad salió al corte y se jugó la cartulina roja al ser el último defensor.

Palestina da un paso adelante

Palestina cobró confianza. Acto seguido, Seyam recuperó la pelota cerca del córner y puso un centro que ocasionó una doble ocasión. El plantel visitante daba sentido a su plan. Perdía el respeto y buscaba la heroica. El encuentro se había equilibrado. Pero el conjunto vasco, pese a encontrar dificultades en la elaboración, volvió a gozar de una clara ocasión, esta vez con un disparo de Kike Barja que atajó con problemas Hamada.

El partido adquirió un ritmo frenético, caracterizado por la verticalidad en el juego de ambas selecciones. Como Palestina entregó las bandas para reducir los espacios interiores, la Euskal Selekzioa gozaba de pasillos para aproximar el esférico a zonas de ataque. Hugo Rincón, ubicado como referencia ofensiva en la banda derecha, adquirió protagonismo por sus incisiones.

Segundo gol a balón parado

Guridi buscó la red tras sortear a varios rivales. Los pupilos de Arrasate recuperaron el control de la situación mientras la grada entonaba al unísono el Txoria txori. La fiesta no se detenía en la grada. Sobre el césped, Guruzeta y Rincón pudieron ampliar el marcador. Si bien, el bloque vasco no lograba diseñar ocasiones claras. De hecho, el segundo gol llegó gracias a un penalti cometido por Wajdi sobre Rincón. Guruzeta amplió la ventaja desde los once metros. El balón parado otorgó de nuevo el botín. Más que de fluidez, el juego era de vértigo.

Arrasate, con el encuentro encarrilado, realizó seis cambios en el descanso. Abu Jazar completó tres sustituciones. La frescura dio nuevos matices de intensidad en el comienzo del segundo acto. El ritmo se mantenía elevado.

Guruzeta falló un testarazo a bocajarro cuando se acercaba la hora de partido. Era, hasta el momento, la ocasión más nítida del partido. Volvía a sufrir Palestina, que no lograba estirarse. El despliegue era obra de los vascos, que seguían extendiendo las alas por los costados. El bando visitante sí proyectaba síntomas de fatiga. No era capaz de mantener la presión de la primera mitad. Ya no mordía, sino que aguardaba agazapado. El balón tenía dueño. La jerarquía era evidente.

Las gradas se volcaron con el encuentro entre la Euskal Selekzioa y Palestina en San Mamés. Oskar González

Izeta cierra el marcador

Aunque la Euskal Selekzioa mantenía con comodidad la posesión, pecó de exceso de precipitaciones. A medida que esta histórica cita se embocaba hacia su final, la pausa fue creciendo. El duelo fue perdiendo tensión. El trabajo estaba encarrilado. Pero los recién incorporados siempre anhelan su momento de gloria. Lo obtuvo Izeta, que aprovechó la asistencia de Gorosabel para ampliar la diferencia, algo que también buscó Nico Serrano con ímpetu aunque sin éxito. 

La Euskal Selekzioa levantó el pie del acelerador. El marcador quedó congelado con el 3-0. Fin a un nuevo episodio de la reivindicación por la oficialidad de la selección vasca en un día en el que prevaleció por encima de todo el carácter solidario por la causa Palestina. Lo sucedido en San Mamés fue una victoria, un triunfo por la paz. Historia del deporte.

FICHA TÉCNICA

EUSKAL SELEKZIOA: Aitor Fernández, Álvaro Núñez, Zubeldia, Elgezabal, Aihen Muñoz, Jauregizar, Gorrotxategi, Hugo Rincón, Guridi, Kike Barja y Guruzeta. También jugaron Marrero, Gorosabel, Unai García, Guevara, Nico Serrano, Pablo Ibáñez, Lekue, Ruiz de Galarreta, Zarraga, Herrando e Izeta.

PALESTINA: Hamada, Wajdi, Hamed, Sawafta, Mahajneh, Battat, Hamdan, Alnabrisi, Qunbar, Al Quaq y Seyam. También jugaron Yassin, El Haija, Kharoub, Abuwarda, Alqaq, Alghoul, Mousa, Taha, Termani, Saba, Rabei y Zeidan.

Goles: 1-0: Min. 4; Elgezabal. 2-0: Min. 43, Guruzeta, de penalti. 3-0: Min. 76; Izeta.

Árbitro: Jon Ander González Esteban. Sin amonestaciones.

Incidencias: Encuentro amistoso disputado en San Mamés ante 51.396 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas en Gaza. También se recordó el recién fallecido Xabier Azkargorta.