Los incendios forestales registrados en el Estado entre el pasado enero y el 26 de junio han quemado unas 70.000 hectáreas, y ya se han registrado doce Grandes Incendios Forestales, según la organización ecologista WWF, que ayer presentó su informe anual sobre incendios.

Así lo manifestó en rueda de prensa el director de conservación de WWF España, Enrique Segovia, quien calificó de “escalofriante” el número de GIF -incendios que afectan a más de 500 hectáreas- registrados “en seis meses” en el Estado.

Además, la técnica del programa de bosques y experta en incendios, Lourdes Hernández, destacó que la superficie calcinada hasta ahora en 2022 “ya supone más de la mitad de todo lo que se quema al año de media”, ya que “ya han ardido 70.000 hectáreas de las 110.000 que suelen arder anualmente en España”. “Aunque el número de incendios ha disminuido un 37 % desde 2002, la siniestralidad sigue siendo alta, con 10.500 incendios al año”, una cifra “insoportable para el monte y las arcas públicas”.

“La superficie calcinada también se ha reducido un 19 % en 20 años”, pero esa disminución no se podrá mantener si continúa este escenario de Grandes Incendios Forestales. De hecho, la proporción de GIF se ha incrementado en un 10 % este año, con 12 megaincendios en 2022. Hernández señaló que “aunque España es el país europeo que más invierte en extinción”, no es suficiente para frenar el avance de los GIF, “que superan toda capacidad de apagarlos” al desarrollar una radiación térmica superior a los 10.000 Kw.

En concreto, el incendio declarado en la sierra de la Culebra, uno de los más graves de este siglo en el Estado, que arrasó casi 25.000 hectáreas, superó los 90.000 Kw, lo que permite anticipar “el tipo de siniestros a los que nos enfrentaremos ”Según los ecologistas, entre las razones que subyacen detrás de los incendios forestales figuran “el abandono rural y el cambio climático”, unos impactos que podrían reducirse a través de “la ganadería extensiva en zonas estratégicas del territorio”.

Ganadería como solución

Hernández ha destacado el “abandono generalizado del territorio”, ya que a pesar de que “el 85 % del territorio es rural, solo alberga el 16 % de la población”. Esto provoca “un alto nivel de abandono agrario, matorrales sin control y masas arboladas no gestionadas” que se convierten en polvorines listos para arder debido a la gran carga de combustible que almacenan. La solución. según los ecologistas, es la “ganadería extensiva, una herramienta clave de gestión forestal, que controla el crecimiento de las especies herbáceas y compartimenta el paisaje con zonas más densas que otras”.