Ya están aquí. 62 niños y niñas saharauis han llegado este sábado a Navarra tras un largo viaje desde los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf. A primera hora de la tarde, el autobús del programa Vacaciones en Paz –organizado por ANAS (Asociación Navarra de Amigos del Sáhara)– ha llegado a la plaza Euskal Herria de Berriozar, donde las familias de acogida esperaban a sus niños con los brazos abiertos, tras dos años en los que los menores no han podido pasar el verano en Navarra por culpa de la pandemia de covid-19.

Tras abrirse las puertas del autobús se han sucedido los abrazos, los besos y alguna que otra lágrima de emoción. Ahora, los menores saharauis pasarán lo que queda de verano en Navarra con sus familias de acogida, disfrutando de una época estival que en los campamentos de refugiados en los que viven es un auténtico infierno. De hecho, el programa Vacaciones en Paz busca sacar a los niños y las niñas de las duras condiciones del desierto, especialmente en verano, cuando los termómetros superan los 50 grados. 

Los menores saharauis, tras su llegada a Berriozar Patxi Cascante

Embajadores de su pueblo

Además –tal y como ha señalado el presidente de ANAS, José Ochoa–, los menores saharauis “son los mejores embajadores de su pueblo”, más aún en un momento en el que se ha retomado el conflicto armado entre el Frente Polisario y Marruecos y en el que España ha decidido dar la espalda al pueblo saharaui, reconociendo la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. “Este año han venido 62 niños, menos que otras veces, que vienen cerca de 90. El parón de dos años por la pandemia nos ha perjudicado mucho por la falta de continuidad.Pero aún así es una alegría tenerlos ya aquí”, expresaba.

Uno de los momentos de la recepción de los niños Patxi Cascante

Como ha ocurrido en los últimos 7 años, los menores llegaron a Berriozar, donde les esperaban decenas de personas con pancartas y banderas del Sáhara. “Berriozar siempre ha sido un pueblo de acogida. Hace décadas, con quienes llegaban del sur del Estado y ahora con personas de diferentes nacionales y, por supuesto, hay una gran sensibilidad y solidaridad con la causa saharaui”, destacaba el concejal de Servicios Sociales delAyuntamiento,Ezekiel Martín, mientras los niños bebían agua y comían gominolas tras un largo viaje de 24 horas de Tinduf a Navarra. 

Se trata de menores de 8 años que en su mayoría jamás han salido de los campamentos, algo que se adivinaba en sus caras expectantes con todo lo que les rodeaba. También ha venido un grupo de niños con discapacidad o con alguna enfermedad, que se quedarán con voluntarios de ANAS en un piso de acogida para disfrutar de un verano de paz lejos del desierto.