Los grandes incendios forestales del pasado mes de junio pusieron de relieve la importancia de los recursos humamos y materiales destinados a la lucha contra el fuego, que en Navarra se concretan en 474 personas en plantilla (reforzadas en las campañas de verano e invierno) y 163 vehículos terrestres de diverso tipo.

Se trata de los recursos propios del Gobierno de Navarra, a los que se añaden los medios aéreos y las dotaciones del Estado y de otras comunidades autónomas que se movilizan en grandes incendios, cuando se activan las fases 2 o 3 del Plan de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales (Plan INFONA).

Más de 1.500 incendios en 5 años

Navarra es una región eminentemente forestal. El 64% de su territorio tiene esta catalogación. Son en concreto 450.000 hectáreas cubiertas por árboles y 190.000 de matorrales o pastizales. En Navarra, los pastos, las formaciones arbustivas y de matorral tienen también la consideración de terreno forestal. Y el 80 % de estos bosques son autóctonos.

De 2018 a 2022, con datos al 26 de julio de este año, se han producido en Navarra un total de 1.519 incendios, en los que se han quemado 16.103 hectáreas (12.804 de vegetación forestal, 3.213 de vegetación no forestal y 85 de vegetación herbácea). De 2018 a 2021, el número de incendios ha sido de 206, 484, 294 y 320. En 2022, a 26 de julio, se contabilizaban 215.

Para hacerse una idea de la dimensión de los incendios del mes de junio en Navarra, basta con decir que, de las 16.103 hectáreas quemadas en los últimos cinco años, 14.300 corresponden a los siniestros del mes pasado. De ellas, 7.600 fueron de monte mediterráneo, 4.500 de masa arbolada, y 2.257 de cultivos.

Cerca de 1.100 personas participaron en las labores de extinción: todos los efectivos de Navarra más los del Estado y otras comunidades autónomas.

12 parques de bomberos

Actualmente, el Servicio de Bomberos de Navarra cuenta con 474 trabajadores, la mayor cifra en los últimos 15 años. Esta plantilla se ve incrementada del 1 de junio al 4 de octubre en la campaña de verano con 150 operativos más que se incorporan a los parques de bomberos y a las brigadas helitransportadas. Durante este tiempo, también se suma un tercer helicóptero.

En este operativo, formado por 700 profesionales, se incluyen también los 123 guardas de Medio Ambiente y 13 técnicos de la dirección general de Medio Ambiente. Además, en invierno, entre los meses de enero a abril, el Servicio se refuerza con 42 efectivos, que en 2022 se incorporaron en los parques de Cordovilla, Oronoz y Burguete.

El Servicio de Bomberos dispone en este momento con doce parques: Alsasua, Burguete, Cordovilla, Estella, Lodosa, Oronoz-Mugaire, Navascués, Pamplona, Peralta, Sangüesa, Tafalla y Tudela, además de siete agrupaciones de bomberos voluntarios.

También cuenta actualmente con 163 vehículos: 5 bombas urbanas, 15 rurales, 20 forestales, 43 vehículos de transporte de personal, 7 vehículos de mandos, 13 ambulancias, 7 vehículos de rescate, 5 auto-escalas, 5 vehículos-cisterna, 12 embarcaciones y 31 vehículos de otro tipo.

El riesgo cero no existe

El consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior, Javier Remírez, comentó recientemente a Efe que, desde el inicio de la legislativa, el Gobierno de Navarra tiene “una hoja de ruta muy clara”, debido sobre todo al cambio que se está produciendo en la gestión de los incendios forestales a causa del cambio climático. Esta nueva situación, apuntó, precisa de un aumento de recursos humanos y materiales. Así, explicó, ya se han convocado 127 plazas nuevas de bombero y se ha reforzado el contingente de bomberos forestales de temporada, en las campañas de verano e invierno, sacando el 70% de esas plazas a oposición.

Además, indicó, se está haciendo “un diagnóstico permanente junto al Gobierno de España y otras comunidades autónomas” para determinar cuáles son los recursos necesarios y “trabajar sobre todo de manera preventiva, que es una cuestión fundamental”. En este sentido, tras subrayar que “el riesgo cero no existe” y que vamos a tener que “convivir con el riesgo”, el consejero hizo un llamamiento a la prudencia de la sociedad.

“La inmensa mayoría de la ciudadanía es responsable, pero es verdad que cada vez hay más interacción con el medio natural, cada vez más disfrutamos de nuestros bosques, de nuestros campos” y eso supone que “tenemos que ser mucho más responsables, como lo es la inmensa mayoría de la sociedad, que tiene comportamientos muy prudentes, muy responsables”, concluyó.