Miles de personas aprovechan en Navarra desde el pasado 1 de septiembre los abonos gratuitos para viajes de media distancia. La mayoría son jóvenes que estudian fuera, pero también hay personas que trabajan en otra ciudad o cuya pareja vive en otra ciudad. A primera hora de la tarde del sábado, decenas y decenas de personas llegaron a Pamplona desde Zaragoza y una hora después otras tantas salían hacia la capital aragonesa. Este, junto al que conecta Tudela y Zaragoza o Pamplona y Tudela, son los trayectos más solicitados a la hora de hacerse con el abono.

Jara Intxaurrondo sube al tren que salió el sábado de la estación de Pamplona con destino a Zaragoza.

Según explicaba personal de la estación de Pamplona, el número de personas que viaja en tren no se ha incrementado significativamente, si bien tanto el tren del viernes con destino a Zaragoza y el que llega de la misma ciudad el domingo sí han aumentado sus pasajeros y son los que más llenos van.

“La mayoría de viajeros tiene el abono, porque aunque no recuperes la fianza que hay que abonar –20 euros en el caso del trayecto Pamplona - Zaragoza–, con dos viajes está amortizado”, apuntaba un empleado de la estación.

Muchos de los jóvenes viajaron utilizando el abono aseguraban que se enteraron de su existencia a través de las redes sociales, como es el caso de María Ibáñez, de 19 años. “Me enteré por Tik-Tok, lo vi ahí y lo comenté con mis amigas, que también estudian fuera. Cogí el abono en cuanto salió y de momento he cogido dos, de Tudela a Zaragoza y de Tudela a Pamplona”, explica María, que estudia en Zaragoza, vivía en Pamplona y ahora vive en Tudela, por lo que la existencia de este abono le viene “muy bien”. “Es más cómodo y me ahorro mucho. Es el segundo año que estudio en Zaragoza y era un viaje que hacía mucho”, apuntaba minutos después de bajarse del tren que llegó de Zaragoza a la estación de Pamplona.

En una situación similar está también Maia Román, de 20 años, que estudia aquí en Pamplona, pero vive en Tudela. “Me enteré por mi tía, que me dijo que estaba la opción y me viene muy bien, porque estudio aquí en Pamplona y vivo en Tudela. Vivo al lado de la estación de autobuses, pero esto me sale mucho más rentable. Desde que lo tengo lo he usado todos los fines de semana, me suelo bajar los viernes y vuelvo a Pamplona los domingos”, explicaba el sábado la joven, poco antes de subirse al tren.

UN RECURSO MUY UTILIZADO

A pesar de que el tiempo que el abono lleva operativo no llega a un mes, no son pocas las personas que ya lo han utilizado un buen puñado de veces. Jara Intxaurrondo, de 33 años, apuntaba que ya ha realizado cuatro viajes, por lo que ya ha amortizado el importe que depositó como fianza. “Aunque no te devuelvan la fianza merece totalmente la pena, porque con dos viajes ya está amortizado”, explicaba Jara antes de coger el tren con destino a Zaragoza. “Me lo saqué desde el día que lo sacaron, porque viajo mucho a Zaragoza. Yo soy de ahí, pero trabajo aquí en Pamplona, así que me beneficia mucho porque es un viaje que hago constantemente, por lo menos una vez en la semana, y así hasta el 31 de diciembre no pago nada”, manifestó Jara.

Y si Jara había hecho ya cuatro viajes, Alberto Barquero, de 22 años y también natural de Zaragoza, le dobla. “Suelo venir a Pamplona dos o tres veces por semana, porque mi chico vive aquí, y vuelvo en el día. Desde que salió, llevo ya ocho o nueve viajes utilizando el abono así seguro que me voy a pasar por mucho de los 16”, explica Alberto, que recalca que solo con hacer el primer viaje de ida y vuelta ya lo había amortizado.

Su pareja, Santi Goicoechea, de 23 años, todavía no se había sacado el abono, aunque asegura que lo hará. “Yo suelo ir menos, así que todavía no me lo he sacado. Esta es la primera vez que voy a Zaragoza desde que salió, pero me lo sacaré, seguro”, apuntaba Santi.

También por amor viaja Patricia García, de 25 años, que vive en Tudela mientras que su novio lo hace en Pamplona. “Es un viaje que suelo hacer mucho últimamente, así que me cogí el abono prácticamente desde que salió”, explicaba el sábado la joven.