La enseñanza pública acoge al 75% del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (ANEAE), un porcentaje elevado pero que aún es mayor si nos centramos sólo en una de las categorías que lo integran: la de los escolares de incorporación tardía al sistema educativo y/o condición sociocultural desfavorecida. En este caso, la distribución es aún menos homogénea y el 85% estudia en centros públicos mientras que sólo un 15% lo hace en centros concertados, una red que acoge al 36% del alumnado general.

Esta categoría es la más numerosa, tal y como recoge el informe de la Cámara de Comptos, al representar el 52% de los 27.471 escolares con necesidades específicas de apoyo educativo. De esos 18.146 alumnos y alumnas, 13.047 tiene al menos la cusa de desventaja socioeducativa como motivo del censo, lo que supone el 47% de todo el alumnado ANEAE.

Del análisis de la muestra, Comptos concluye que no existen unos criterios homogéneos para la causa de desventaja socioeducativa ya que “no existen unas directrices claras del Educación”.

Navarra, junto a la Comunidad Valenciana, son las CCAA con mayor porcentaje de alumnado en situación de desventaja socioeducativa (11%). Les siguen de cerca Catalunya (10%) frente a la horquilla del 1%-4% del resto. Unas diferencias que ponen de manifiesto que los criterios no son homogéneos.

La concertada y el modelo D podrían acoger más diversidad

La elaboración del índice de escolarización de alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, que se aplicó por primera vez en 2021-22, busca avanzar hacia una distribución equilibrada de esos escolares. Se publicará anualmente con la resolución del proceso de admisión y servirá para saber que centros tienen índice positivo, es decir, menos escolares con necesidades y pueden acoger los que lleguen.

La situación de los centros a efectos del índice, según recoge el informe de Comptos, señala que la mitad de los colegios públicos y el 73% de los concertados tienen índice de escolarización de ANEAE positivo, es decir, podrían acoger más diversidad. Por modelos, el 43% de los centros con enseñanza en castellano y el 92% de los de euskera tienen un índice positivo lo que significa que tienen capacidad para recibir más alumnado. Entre octubre de 2021 y abril de 2022 se reasignaron a 646 alumnos fuera de plazo pero el informe no explica su distribución por redes y modelos. 

En cuanto a las medidas, el 59% del alumnado no tiene asignada ninguna y el refuerzo educativo es la más aplicada junto al plan de recuperación. Su tasa de repetición duplica con respecto a la tasa de repetición en relación al total de la matrícula y la permanencia en el sistema es menor en relación a otras categorías y al total de la matrícua. “La permanencia en el sistema debería ser un objetivo prioritario ya que es garantía de su inclusión social”, dice Comptos.