El alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (ANEAE) en Navarra ha crecido un 16% en los últimos tres años hasta alcanzar los 27.471 escolares en el curso 2020-21. Casi la mitad de estos escolares es socialmente desfavorecido (un 7% que en 2018) y tres de cada cuatro acuden a centros públicos. Esta es la radiografía que plasma el Informe de fiscalización sobre necesidades específicas de apoyo educativo realizado por la Cámara de Comptos, que constata que Navarra es la comunidad con un mayor censo de este alumnado: un 30% frente a la horquilla del 5%-20% que presenta el resto. Por ello, este órgano fiscalizador pide dotar a todos los centros de los recursos necesarios  y fijar las ratios de horas de profesorado especialista según el censo y, en base a ello, realizar la dotación de recursos. Asimismo insta al Departamento de Educación a homogeneizar los criterios del censo de ANEAE y ejercer sobre él un mayor control. CONSULTA EL INFORME (pdf)

El informe, elaborado entre octubre de 2021 y abril de este año, analiza la atención educativa que recibe el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, un colectivo que a su vez se divide en cuatro tipologías diferenciadas. La primera y más numerosa es la que agrupa a escolares de incorporación tardía en el sistema educativo y/o condición sociocultural desfavorecida. Suponen el 52% del total y ha crecido un 4,7% en los últimos tres años.

 

El segundo grupo con más alumnado es el que presenta dificultades de aprendizaje (se incluye el trastorno por déficit de atención) y representa el 35% del total y ha crecido un 37% en tres años. Uno de cada diez son escolares con necesidades educativas especiales por presentar discapacidad o algún trastorno grave que, en su gran mayoría (92%) estudia en un centro ordinario; y el cuarto grupo es el de alumnado con altas capacidades, el menos numerosos (3%) pero el que más ha crecido en ese periodo (un 90%) al mejorar el diagnóstico gracias al nuevo protocolo.

CUATRO TIPOLOGÍAS

  1. Incorporación tardía y/o condición sociocultural desfavorecida (52%). Accede al sistema educativo de otros países o CCAA y que en ocasiones desconoce la lengua de acceso al currículo y/o presenta un desfase curricular en el desarrollo de las competencias básicas. El 47% son socialmente desfavorecidos y 5% no presenta esa condición.
  2.   Dificultades específicas de aprendizaje (35%). Alumnado con necesidad de apoyo derivadas de TDA-H y TA.
  3. Necesidades educativas especiales. (10%) . Requiere apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad física, psíquica, sensorial o trastornos graves de conducta.
  4. Altas capacidades (3%). Presenta necesidades por desajuste en los objetivos y contenidos del curso que le corresponde por edad

Fachada del Colegio Público de Educación Especial (CPEE) Andrés Muñoz Garde. Iban Aguinaga

Homogeneizar criterios censo

La distribución del alumnado no es homogénea entre los centros públicos y concertados. De hecho, el 75% están matriculados en los centros públicos. Los concertados, con un porcentaje de alumnado del 36%, acogen al restante 25%. El desequilibrio está básicamente en el alumnado socialmente desfavorecido, muy mayoritario en los centros públicos.

El Gobierno foral, recuerda el informe, ha iniciado un proceso para revertir esta situación y garantizar una distribución más equilibrada en los centros, exigencia que viene marcada por la Lomloe. Para ello, en 2021-22, puso en marcha el Índice de Escolarización que informa sobre la presencia de este alumnado en los distintos centros.

Esta iniciativa hace que el censo del alumnado ANEAE sea una “herramienta de vital importancia”. Sin embargo, Comptos constata que no existe homogeneidad a la hora de  calificar al alumnado como socialmente desfavorecido lo que le hace menos fiable. De ahí que este órgano inste a Educación a implantar un mayor control sobre el censo y a determinar de forma clara los criterios.

Esta falta de homogeneidad también se observa en la comparativa con otras CCAA. De hecho, Navarra se sitúa a la cabeza con un 30% del alumnado con necesidades específicas debido al peso que tienen precisamente los escolares de incorporación tardía y/o condición sociocultural desfavorecida. Sin embargo, el informe puntualiza que los criterios que aplican las autonomías no son homogéneos incluso algunas, como la CAV o Baleares, no tienen en cuenta la condición de ser socialmente desfavorecidos al censar a su alumnado.

Más recursos y financiación

En cuanto a la financiación, el informe constata la evolución entre 2019-20 y 2020-21 y señala que el aumento del presupuesto en un 5% no es suficiente para compensar el aumento del 7% del alumnado. En la red pública, sin embargo, los escolares censados entre 2019-2020 y 2021-2022 aumentó un 4% y los recursos lo han hecho en un 7%.

Asimismo, Comptos se refiere a las diferencias en la financiación de la enseñanza pública y concertada. En el caso de la primera, Educación fija anualmente un número de horas de profesorado especialista y las distribuye según el censo de alumnado mientras que en los concertados hay una convocatoria anual con un límite de gasto que aprueba el Gobierno. La consecuencia es que la asignación de recursos (profesorado de audición, lenguaje, minorías y pedagogía terapéutica) es menor en el caso de la concertada (casi 2.000 horas menos). Por tanto a mismo alumnado con mismas medidas los recursos de este profesorado en la concertada son menores.

Una situación que Comptos considera que se debe cambiar. El órgano fiscalizador aboga, en primer lugar, por realizar una distribución más equilibrada de este alumnado entre centros públicos y concertados y después fijar una ratio de profesionales por escolar y medida educativa en ambas redes 

Por último, el informe recomienda dar estabilidad a la plantilla del Creena (sólo 17 de los 80 profesionales son fijos) para convertirlo en centro de referencia.