Uno de cada diez escolares con necesidades epecíficas de apoyo educativo presenta algún tipo de discapacidad, algún trastorno grave de conducta o del espectro autista o un retraso global del desarrollo. En 2020-21, según constata el informe de la Cámara de Comptos, un total de 2.613 escolares estaba diagnosticado con algún tipo de discapacidad, lo que supone el 2,8% de la matrícula total.

La gran mayoría de este alumnado está matriculado en un centro ordinario, bien en las aulas a las que acude el resto de sus compañeros o en unidades de educación especial. El porcentaje de integración en aula ordinaria de las personas con discapacidad visual o auditiva es del 98% y la de los motóricos del 90%. 

Así, los cuatro colegios de educación especial de Navarra se limitan a la discapacidad intelectual o el trastorno del espectro autista.

En lo que respecta a las unidades de educación especial en colegios ordinarios, la tendencia es ascendente con un total de 99 en 2020-21. Tres de cada cuatro están en centros públicos y el resto en concertados. En los últimos tres años se han abierto 24 nuevas unidades (21 en la pública).

Comptos considera que la atención al alumnado con necesidades educativas especiales facilita la inclusión y que, en términos generales, no se superan las ratios recomendadas (son mejores en la pública). Este órgano aboga por seguir creando más unidades de educación especial en centros ordinarios pero pide que se diseñen indicadores para medir la integración de ese alumnado en las aulas de referencia con el objetivo de que se garantice esa integración real.