La Federación de asociaciones de personas con discapacidad física y orgánica (Cocemfe Navarra) hace un balance "muy positivo" de su programa Discapacidad e Inclusión sociolaboral. Y es que más de la mitad de las personas en situación de exclusión atendidas en él han encontrado trabajo o han realizado prácticas de larga duración en distintas empresas. Una inserción laboral que supone, como destaca la Federación en una nota de prensa, “un paso adelante para normalizar su situación” y “una segunda oportunidad para personas que llevan mucho tiempo fuera del mercado laboral y a punto de perder la esperanza”

La iniciativa, financiada por el departamento de Derechos Sociales y dirigida a combatir la mayor presencia de situaciones de exclusión en este grupo social, ha atendido este año a 30 personas derivadas desde Servicios Sociales de Base, de las que ocho ya han encontrado trabajo (en Zaintzen, Limpiezas Cornago, Avanvida, ADISCO CEE, Aspace CEE, Cooperativa de Lodosa, Jornadas Reales y Distrivisual) y diez han hecho prácticas (Universidad de Navarra, Distrivisual, Eroski, Carrefour y Alcampo). Desde su puesta en marcha hace una década, el programa ha atendido a 215 personas y más de la mitad ha encontrado trabajo o han realizado prácticas.

Herramientas para vivir una segunda oportunidad

Así, Cocemfe destaca los resultados obtenidos, teniendo en cuenta “el incremento de las situaciones de pobreza en este colectivo tras la pandemia” y el perfil de las personas participantes, que suman a la discapacidad factores como edad avanzada, paro de larga duración, escasa formación, situaciones violencia o carencia de ingresos. “Las personas con discapacidad parten con mayor desempleo, mayores gastos derivados de la discapacidad, menor formación...Este programa selecciona a quienes añaden mayores obstáculos y les ofrecen herramientas para que puedan vivir una segunda oportunidad”, explica Elena Domínguez, técnica de empleo, quien destaca que este año se han incluido personas con discapacidades no reconocidas como lupus o fibromialgia, “que afectan principalmente a mujeres y les colocan en una situación de discriminación e invisibilidad”

En este sentido, exponen que el programa trabaja de forma individualizada durante 12 meses para mejorar sus competencias a través de la formación y aumentar sus posibilidades de encontrar empleo, además de abordar otros aspectos como las habilidades sociales o la autoestima. Asimismo, este año se ha hecho hincapié en mejorar sus competencias digitales para combatir una brecha digital “que se ha incrementado a raíz de la covid, con muchas gestiones relativas a la discapacidad que se tienen que hacer por internet y muchos puestos que se han informatizado”

Un programa que se completa con experiencias prácticas en empresas y centros laborales en Pamplona, Tudela, Peralta y Lodosa. En este sentido, personas con discapacidad en situación de riesgo de exclusión han recibido esta semana su correspondiente diploma tras completar con éxito “una experiencia laboral única” en la Universidad de Navarra. “Que un centro de prestigio les ofrezca una oportunidad es más que una línea subrayada en su currículum, es un gran estímulo para luchar por sus metas y hacerse hueco en el mercado laboral”.

Por su parte, desde la Universidad de Navarra valoran que la experiencia “no sólo supone una gran experiencia para las personas participantes, sino también un refuerzo para demostrar a los alumnos y profesionales sus capacidades y eliminar prejuicios y barreras”.