La investigación médica es un reflejo de lo que necesitan las personas.

Por eso, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ofrece ayudas a aquellos investigadores que tienen un proyecto que destaca. En total, han sido cerca de 24,5 millones de euros otorgados en 195 ayudas, de ellos, un millón van destinados a nueve proyectos que se desarrollarán en Navarra.

En un acto que se ha celebrado esta mañana en el Civican de Pamplona se ha hecho entrega de las Ayudas a la Investigación en Cáncer 2022.

Juan Franco, presidente de la Asociación Contra el Cáncer en Navarra, se ha encargado de dar comienzo al evento. “En la pandemia fuimos conscientes de que los recursos y la coordinación son esenciales. Una vacuna que podía haber tardado cinco años en desarrollarse tardó cinco meses. Debido a la pandemia, momento en el que la medicina se centró en luchar contra la Covid-19, el número de casos de cáncer va a aumentar en Europa. Uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres van a ser diagnosticados con un tumor en los próximos años”, ha señalado Franco.

En el caso de la Comunidad Foral, la investigación pone de manifiesto que desde Navarra se están haciendo aportaciones que superan las expectativas. “El dinero de la asociación no se reparte por cuotas o territorios, sino en función de la excelencia. Navarra tiene muy buenos investigadores”, ha asegurado el experto. Además, ha añadido que la investigación es “clave” para aumentar la supervivencia. “Impulsarla y garantizar el acceso de los pacientes a los resultados es una prioridad para la Asociación con el objetivo de alcanzar el 70% de supervivencia media para el año 2030”, ha puntualizado.

Por su parte, Isabel Orbe, directora general de la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer, ha hecho hincapié en la aportación navarra a la investigación del cáncer. “Nosotros ponemos el foco en esas enfermedades que no investiga nadie. Como hay pocos casos, parece que no interesa, pero a nosotros sí. ¿Qué hacemos con el cáncer de páncreas? ¿De hígado? De esófago? Tenemos que investigarlos”, ha indicado.  

ENTREGA DE AYUDAS

La AECC ha hecho entrega de las ayudas destinadas a la investigación en Navarra. Entre los especialistas que trabajan en el CIMA Universidad de Navarra y que han recibido subvenciones se encuentra Álvaro Teijeira, cuyo objetivo consiste en identificar nuevas formas de potenciar el sistema inmunitario del paciente. La dotación económica para su investigación es de 299.639.39 euros. 

Antonio González-Martín, que no ha podido acudir al evento, recibió 150.000 euros para su proyecto, que buscará indicadores que guíen a los médicos en la elección del mejor tratamiento para cada paciente de cáncer de ovario.

María Arechederra trabajará en la detección precoz del cáncer de hígado y evaluará nuevas estrategias para su tratamiento gracias a la aportación de 200.000 euros.

Ignacio Melero, a quien no le fue posible acudir al acto, con la ayuda de 150.000 euros trabajará en el tratamiento mediante inmunoterapia de pacientes con cáncer que presentan metástasis en el hígado neutralizando la inflamación protumoral.

Imanol Arozarena, investigador en Navarrabiomed, profundizará en los mecanismos de los fármacos de corticoides y en la radioterapia, con una ayuda de 128.434 euros.

Desde la Clínica Universidad de Navarra, con la subvención de 140.000 euros, María Marcos estudiará las complicaciones que se producen en pacientes tratados con células CAR-T con el fin de prevenirlas. 

Edurne Muruzabal, especialista que trabaja en el Complejo Hospitalario de Navarra, ha recibido la Ayuda Clínica de Formación de Alumnos AECC, dotada de 6.900 euros. Muruzabal ha realizado este año el Máster en Oncología Molecular del Centro de Estudios Biosanitarios (CEB).

Por último, las estudiantes Adriana Martínez y Aitana Ortiz han recibido la Ayuda del Programa de Prácticas de Laboratorio en Verano AECC 2022. Las estudiantes realizaron prácticas en laboratorios de investigación en cáncer en la fundación Miguel Servet-Navarrabiomed y en el CIMA Universidad de Navarra, respectivamente. 

MESA DE DIÁLOGO

 Con Marisa Villafranca como mediadora, algunos de los investigadores han podido explicar más detenidamente en qué consisten sus proyectos.

La doctora María Marcos ha explicado que la trombosis es una de sus preocupaciones principales en el paciente oncológico y que, además, llega a condicionar su calidad de vida. “Queremos encontrar mecanismos que ayuden al paciente”, ha detallado. Asimismo, ha agradecido la existencia de las ayudas para la investigación y ha añadido que “sin este tipo de subvenciones sería muy difícil dedicar tiempo solo ara poder investigar, porque en el día a día de la consulta es difícil sacar ese tiempo. Además, creo que el punto de vista de un médico es importante porque podemos aportar una visión más clínica”.

Por su parte, el doctor Imanol Arozarena ha señalado que su proyecto se centra en el glioblastoma, un tipo de tumor cerebral de baja supervivencia. “Los corticoides, que se usan en todos estos pacientes, pueden ser un factor importante en el proceso. Esperamos encontrar nuevos mecanismos de resistencia e identificar qué pacientes se van a beneficiar de la radioterapia y qué pacientes no”, ha destacado. 

Agradecido por la dotación económica que le permitirá avanzar en su investigación, Azorena ha puntualizado que “hace falta inversión para investigar. Por mucha coordinación que se tenga, si no hay una mayor inversión no se puede avanzar”.

Asimismo, Álvaro Teijeira busca analizar la inmunoterapia utilizando una tecnología similar a las vacunas de la Covid-19. “Esta ayuda es importante para establecer líneas de investigación claras. Esta financiación va a permitir la consolidación de estudios dirigidos a comprender el papel de la inmunidad en cáncer y de ensayar en modelos preclínicos nuevos tratamientos con alto potencial traslacional basados en aplicaciones nuevas”, ha concluido. 

JOSÉ LUIS MARTÍNEZ, PACIENTE DE CÁNCER

En el acto desarrollado en el Civican, Jesús San Miguel, especialista en Hematología y Hemoterapia, ha conversado con José Luis Martínez, paciente de cáncer de linfoma, quien ha podido narrar su experiencia. “Yo tenía una vida normal y de repente me empecé a sentir raro. Sudaba mucho por las noches y tenía una sensación de cansancio constante. Decidí ir a consulta médica y me recetaron un Frenadol. Como el problema persistía, después me recetaron antiobióticos. Al final me hicieron una analítica y tramitaron una consulta urgente a hematología. Luego vieron que era cáncer”, ha relatado Martínez.

Hay procesos de cáncer que son silenciosos y evolucionan lentamente, pero en el caso de Martínez la evolución fue “muy brusca”. De la consulta en Hematología, recuerda el cariño con el que le trataron los especialistas y el tiempo que le dedicaron a una exploración completa. “Después, sin decirme nada, vi cómo el médico escribió ‘posible linfoma’”, ha manifestado.

Martínez ha descrito aquellos meses como “muy dramáticos”, ya que la enfermedad evolucionaba “muy rápido”. Tras un ciclo de quimioterapia repartido en seis sesiones, le hicieron un transplante de médula. “El donante fue mi hermano”, ha comentado, agradecido.

Lamentablemente, después de seis meses tuvo un brote, acompañado de neumonías y manchas y granos por todo el cuerpo. “Prácticamente he estado viviendo más en el hospital que en mi casa”, ha indicado.

Tener una enfermedad no es un problema en esta vida. Tener un problema es, por ejemplo, no ser coherente con uno mismo. Yo he aprendido que una enfermedad es una oportunidad de conocerte y, desde luego, todo lo que he recibido nunca lo podré compensar. He recibido muchísimo. Y a los investigadores me gustaría decirles que su labor salva vidas, y que estoy muy agradecido con su trabajo”, ha destacado Martínez con unas palabras llenas de cariño. 

Para finalizar, ha añadido que le gusta introducir el concepto de “cumplevidas” y no cumpleaños. “En febrero cumplo cinco vidas y estoy muy feliz”, ha señalado.

Así, Martínez ha enseñado a participantes y oyentes una lección muy importante: la suerte de poder celebrar la vida.