Los casos de escabiosis (sarna) se han disparado en los últimos meses en la Comunidad Foral, según el último informe de vigilancia epidemiológica del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra. Así, las consultas en Atención Primaria por esta infección “han aumentado notablemente desde 2021” hasta llegar el pasado enero a 368, cuando “en la época de la pandemia era excepcional que pasasen de 100 e incluso en 2019, previo a la covid-19, el mes que más hubo fueron 59 casos”, afirmó ayer Jesús Castilla, médico especialista en Medicina Preventiva del ISPLN. 

La escabiosis o sarna “es una infestación parasitaria de la piel que cursa con pápulas, vesículas y surcos lineales pruriginosos”, los cuales producen “mucho picor”. Como prosigue el informe, “se transmite entre humanos por contacto estrecho (convivientes, cuidadores, pareja sexual) directo o con la ropa”. No obstante, como constatan los expertos de Salud Pública, no es un problema que afecte solo a Navarra, sino que “últimamente también se ha detectado una mayor frecuencia de brotes en España y en otros países”. 

Consultas semanales por escabiosis (sarna) en Atención Primaria, 2019 a enero de 2023

Consultas semanales por escabiosis (sarna) en Atención Primaria, 2019 a enero de 2023

Tratamiento 

En cuanto al tratamiento, el informe considera “fundamental” detectar todos los casos que puedan tener relación con el brote, incluyendo contactos estrechos no domiciliarios; planificar y coordinar el tratamiento simultáneo de todos ellos; y explicar bien el procedimiento a seguir, ya que el tratamiento debe ser “simultáneo y coordinado” entre todas las personas que tengan lesiones y aquellas que, sin tenerlas, hayan tenido contacto estrecho con los casos. 

Los expertos exponen que el tratamiento más habitual de los casos consiste en la aplicación tópica de permetrina en crema al 5% en todo el cuerpo desde el cuello y lavar transcurridas 8 ó 14 horas; un procedimiento que es conveniente repetir a los 7 días. 

En el caso de los contactos estrechos, el tratamiento preventivo consiste en la aplicación tópica de la misma crema, pero una sola vez y al mismo tiempo que los casos diagnosticados. Salud Pública aclara, al respecto, que si pasados unos días no se ha curado todo el grupo, puede ser necesario que todos repitan el tratamiento. 

La sarna humana repuntó durante la pandemia

La sarna humana repuntó durante la pandemia

Medidas de control ambiental 

Salud Pública enumera, asimismo, unas medidas que deberán llevar a cabo los casos y contactos a la mañana siguiente de someterse al tratamiento, coincidiendo con la ducha del paciente y el cambio de la ropa de cama, para empezar de cero e intentar que no haya “quedado algún parásito y se reactive” la infección.

Así, recomienda lavar a temperatura de al menos 60ºC la ropa interior, prendas de vestir, toallas, sábanas, fundas de almohadas, fundas de colchones, y fundas de sillones utilizadas durante los 3 días anteriores al inicio del tratamiento. Los objetos personales de los casos, cojines y almohadas que no puedan ser lavados serán introducidos en una bolsa de plástico herméticamente cerrada durante 7 días, ya que “el ácaro no es capaz de sobrevivir más de ese tiempo fuera del huésped”, expone. Los elementos grandes que no puedan lavarse, como colchones, sillones o tapicería, pueden limpiarse mediante aspirado o limpieza al vapor.

Además de limpiar y desinfectar las superficies, las personas deben llevar guantes para manipular esa ropa y los objetos antes de lavarlos, así como para atender a los pacientes, y los individuos afectados han de evitar el contacto personal hasta pasadas 24 horas del tratamiento y llevarán, en lo posible, las lesiones cubiertas.

Un experto afirma que el aumento “no es motivo de alarma social”

Jesús Castilla, médico especialista en Medicina Preventiva del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), señaló ayer que el aumento de casos de escabiosis o sarna “es algo general. No es algo que ocurra solo en Navarra y probablemente incluso en otros sitios estaba pasando antes”. Tras indicar que “parece que se ha reactivado a raíz de la apertura tras la pandemia y se ha ido extendiendo más a la población”, aseguró que “no es un motivo de alarma social”. Sin embargo, decidieron incluirlo en el último informe para que los médicos de Atención Primaria la tengan “más presente, porque a veces que se retrase el diagnóstico puede facilitar el que se transmita más, que las lesiones vayan a peor y haya más oportunidades de contagio”. 

Jesús Castilla enmarca el aumento de casos de sarna en el incremento de infecciones de transmisión sexual

Se trata, según explicó, de “una infección que afecta solo a humanos. Se transmite por contacto directo con la piel, también se puede contagiar por los objetos, por ropa que se haya tenido en contacto con la piel –como una toalla o unas sábanas– y produce unas vesiculitas y unas lesiones lineales, blanquecinas, superficiales en la piel”, que provocan “mucho picor”. 

Respecto al perfil de las personas afectadas, al no ser una enfermedad de declaración obligatoria, no tienen datos al respecto. No obstante, Castilla indicó que “clásicamente era una infección en la que la transmisión sexual era la vía más fácil de contagio, pero en convivientes se puede transmitir por contacto”. Por ello, teniendo en cuenta el actual aumento de casos de enfermedades de transmisión sexual, consideró que “hay que pensar que parte pueda tener relación con la transmisión sexual”.

En principio no se asocia a problemas graves de salud, como indicó Castilla, si bien “a veces en una persona incapacitada o con alzhéimer, si no se detecta va progresando y puede acabar produciendo lesiones extensas. Si además se rasca, la herida podría infectarse”.