La asamblea del Sindicato Médico de Navarra (SMN) celebrada este miércoles en el Hospital Universitario de Navarra (HUN) ha decidido desconvocar la huelga prevista a partir de este viernes y convocar otra "la semana que viene o principios de la siguiente" por si no se cumpliese lo pactado en el acuerdo que puso fin al paro que se desarrolló entre el 1 y el 17 de febrero, porque "los facultativos siguen sin fiarse demasiado de que vayan a salir adelante las cosas, por mucho que les decimos que las perspectivas son buenas". Así lo ha indicado el secretario general del sindicato, Alberto Pérez, quien ha precisado que "estamos hablando de convocar el paro el 24 o el 27 de abril", si bien ha remarcado que todavía hay que esperar a las tres asambleas que se celebrarán este jueves en Pamplona, Estella-Lizarra y Tudela.

Concretamente, según ha apuntado Pérez, alrededor de 90 facultativos han votado por aplazar, de este modo, el paro y unos 20 por desconvocarlo. Ahora, deben esperar a los resultados de las tres asambleas que se celebrarán este jueves. A las 8.15 horas están citados los facultativos en el Hospital García Orcoyen y en la Biblioteca de Ubarmin, y a las 14.00 horas, en el salón de actos del Hospital Reina Sofía de Tudela. El Sindicato Médico, además de explicar cómo está la situación de la negociación, les plantea para su votación tres alternativas a los médicos asistentes: mantener la huelga, aplazarla o desconvocarla definitivamente.

Respecto a la instrucción que les remitió el martes el departamento de Salud para abordar el tema de la sobrecarga, Pérez ha considerado que "hay que enriquecerla mucho más". En este sentido, ha expresado su deseo de remitir "antes de finalizar la semana un documento con aportaciones", cuya base es "no más de 32 pacientes, no más de 300 minutos y no se pueden forzar citas". Y, en base a esos límites, habrá que "darle vueltas para ver cómo se organizan las agendas", ha añadido.

En relación al estado de ánimo de los asistentes a esta primera asamblea, Pérez ha comentado que estaban más satisfechos que en la última asamblea. "Personalmente creo que las cosas están encarriladas, pero no siempre es fácil transmitir esa sensación de seguridad o de confianza a compañeros que ya peinan canas y que han vivido muchas situaciones de promesas incumplidas", ha concluido.