Los accidentes no son un número; tienen rostro. “Hay personas detrás que sufren heridas graves y su vida ha cambiado de repente”, declaró Usua Purroy Bermejo, responsable de las campañas de prevención y sensibilización de accidentes de tráfico de Adacen, en la jornada celebrada ayer en la CEN, en la que también intervino Jerusalén Iriarte Arregui, víctima de un accidente de tráfico.

“Salía del trabajo en La Morea y volvía a mi casa en Artajona. Hacía la misma ruta todos los días, hasta que el 22 de agosto de 2005 tuve el accidente”, expresó Iriarte. Debido a la antigüedad del vehículo, el airbag no saltó, por lo que su cabeza se golpeó fuertemente con el volante y, además, su pierna “se quedó encajada en el motor del coche”.

Tuvieron que hacerle un trasplante de hueso en esa extremidad, pero “me la encajaron mal y tuve que estar tres años en silla de ruedas hasta que me operaron de nuevo”, recordó.

Sin embargo, las peores consecuencias vinieron por el traumatismo craneoencefálico que sufrió. “Me tuvieron en coma durante un tiempo y después estuve tres meses en estado vegetal”. Cuando Iriarte tomó consciencia, “no sabía ni leer, ni escribir, ni multiplicar”, apuntó. Así, describió cómo con 30 años necesitaba ayuda para algunas actividades cotidianas. “Mientras mis amigas se iban de vacaciones, yo volvía a estudiar las tablas de multiplicar”, expuso.

Al respecto, Purroy señaló que “un trauma craneoencefálico puede generar unas consecuencias y condicionar toda la vida de una persona y su familia de forma repentina” y, por ello, insistió en usar casco en la bicicleta para evitar accidentes mayores.

Ahora bien, Iriarte nunca se ha rendido. “Tengo afasia ahora mismo y me cuesta hablar. Tengo la minusvalía absoluta y poco puedo hacer. Además, me dijeron que la pierna que me pusieron me duraría entre 10 y 15 años y que después me tendrían que colocar una prótesis, y ya han pasado 16 años”. Ella, sin perder la sonrisa, sigue trabajando para continuar avanzando y, por ejemplo, en la celebración de su boda se encargó “de hacer varias decoraciones con latas de coca cola”.