El Departamento de Cohesión Territorial, a través de la Dirección General de Obras Públicas e Infraestructuras, acometerá este verano la segunda fase de la reparación del puente de la Ronda de Pamplona (PA-30) sobre la A-15, un nudo por el que circulan al día 110.841 vehículos. La actuación, que cuenta con una inversión de 220.118 euros (IVA incluido), prevé la renovación de la impermeabilización del tablero y la reposición de la capa asfáltica que presenta un deterioro generalizado.

El firme de la PA-30, entre los puntos kilométricos 0+000 y 0+350, se encuentra agotado y con múltiples fisuras en su superficie. Por su parte, la totalidad del tablero, que dispone de 100 metros, se fresará hasta la losa de hormigón para renovar la impermeabilización del mismo mediante la extensión de un mortero bituminoso, para reponer posteriormente la capa asfáltica con el espesor actual. Asimismo, fuera de la estructura se extenderá una capa de 4 centímetros de mezcla bituminosa en caliente.

Varios operarios trabajan en la primera fase de las obras.

Los trabajos de reparación contemplan, además, la renovación de las juntas de la estructura y la totalidad de marcas viales, y se construirán al mismo nivel unas aceras hormigonadas en el tablero en ambos márgenes de una anchura de 70 centímetros para mejorar el drenaje superficial.

La zona donde se ubica el puente, cercana al polígono de Talluntxe, y en cuyas proximidades se encuentran varios polígonos industriales y comerciales y el acceso al Aeropuerto de Pamplona, supone un punto estratégico de conexión, por lo que “la necesidad de su buen mantenimiento, tanto estructural como funcional, se consideró de elevada importancia”, indican desde Obras Públicas.

Primera fase

El año pasado se llevó a cabo la primera fase de las obras del puente que consistió en el arreglo de varias de las vigas que sustentan la estructura que contó con una inversión de 1,3 millones de euros. Se procedió a la mejora de la cimentación y refuerzo de las pilas para obtener un mayor apoyo de los dinteles, así como a la construcción de dos nuevas vigas de 40 metros de longitud y 2 metros de canto para descargar las vigas de borde que se encontraban dañadas en el vano central.

Dentro de las obras de esa primera fase, también se realizó un refuerzo de la zona de apoyo de las vigas extremas, en los vanos laterales, mediante hormigón y la aplicación de una armadura de refuerzo. Asimismo, se reparó y protegió la superficie de hormigón dañada en toda la estructura.