El plan foral Navarra Social Housing dará en 2023 un paso decisivo en su desarrollo con la construcción de esas 816 Viviendas de Protección Oficial (VPO) en su segunda fase, que permiten duplicar las 520 promovidas desde 2015, que están ya terminadas o en avanzada fase de ejecución, y reforzar en conjunto la oferta pública en alquiler protegido en 1.336 VPO en estos último ocho años. Esas promociones de la primera fase del plan, que alcanzó las 520 viviendas, va a tener disponible para este año el 65% del total de edificios que se promovían, es decir 337 viviendas. Se desglosan en 42 realizadas en Entremutilvas que se acabaron en octubre de 2019, otras 34 en Ardoi que se finalizaron en junio de 2020, 62 VPO en Erripagaña que se terminaron en noviembre de 2020, 18 viviendas de Estella acabadas en septiembre de 2022, 4 VPO de Garralda cuyas obras se remataron en octubre de 2022, la misma fecha en la que concluyeron otras 8 VPO de Bera, 103 viviendas de entrega inmediata en Sarriguren, otras 39 viviendas que se darán en septiembre en Entremutilvas y 27 VPO en el barrio de la Azucarera de Tudela que están previstas acabar en octubre de este año. Para el próximo año se prevé la finalización de 58 VPO en Barañáin, 93 en la Ripa de Erripagaña y 32 apartamentos tutelados en el barrio de Azpilagaña.

Esta primera fase, con mayor presencia en Pamplona y Comarca, además de Tudela, Estella-Lizarra, Bera o Garralda, tendrá su continuidad con una segunda fase con mayor equilibrio territorial, gracias a las promociones en suelo municipal en 14 localidades repartidas por toda la Comunidad Foral.

Un trabajo desde 2016

El Gobierno foral inició en 2016, a través de Nasuvinsa, un cambio de paradigma en sus políticas públicas de vivienda, con el objetivo preferente de ampliar la oferta pública de alquiler protegido y, con ello, favorecer el derecho de acceso a una vivienda digna y a precios asequibles de los sectores de la sociedad navarra que más sufren el desmesurado incremento de los precios en el mercado libre, como por ejemplo las personas jóvenes.

Navarra Social Housing supone también un reto innovador en materia de edificación, que se ha consolidado gracias al liderazgo público y a la colaboración activa del sector privado. Tras ocho años de intenso trabajo, el plan foral de alquiler representa la fuerza tractora de este proceso de modernización y transformación del viejo modelo de construcción, hasta convertir a Navarra en una las regiones europeas líderes en Edificación de Consumo Casi Nulo (ECCN) y en la construcción de vivienda de alta eficiencia energética y sostenible.

Se ha consolidado el modelo de vivienda pasiva, con estándar de alta eficiencia energética, certificado a través del Passivhaus Institut y posteriormente mediante el sello propio desarrollado por Nasuvinsa gracias a su experiencia acumulada en vivienda pasiva y sostenible. Asímismo, las promociones públicas son pioneras en el uso de fuentes renovable como la biomasa forestal, que alimenta ya las calderas de calefacción y para suministro de agua caliente sanitaria de varios cientos de viviendas, tanto de nueva construcción como rehabilitadas del parque público.

El Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha financiado el 35% de los 131 millones de la primera fase del Navarra Social Housing, mientras que el resto ha corrido a cargo del Gobierno de Navarra (29%), Nasuvinsa (25%) y fondos europeos-MRR (11%). De esta manera, la institución financiera europea aceptó cofinanciar un programa de iniciativa pública en Navarra, con un acuerdo histórico firmado en septiembre de 2017 en el Palacio de Navarra, y que ahora ha tenido su continuidad también para la segunda etapa del plan de alquiler que se inicia ahora.