La memoria histórica no es solo cuestión del pasado, también es un valor del futuro. 

Bajo este contexto más de 300 estudiantes de cuatro centros diferentes recorren los días 30 y 31 de mayo dos tramos del GR-225, la ruta de montaña que sigue los pasos de los presos fugados del Fuerte de Ezkaba el 22 de mayo de 1938. Se trata de la quinta edición de esta marcha de “Las botellas de la Libertad”, actividad incluida en el programa “Escuelas con Memoria” que organiza el Instituto Navarro de la Memoria. 

Y es que muchos desconocen que la fuga de presos más grande de Europa tuvo lugar en la cima del monte Ezkaba, donde estuvieron retenidas miles de personas durante el franquismo. El hambre, el frío, la falta de medicamentos y los malos tratos que sufrían de forma continua hicieron que muchos de ellos fallecieran dentro del propio fuerte. Así, el 22 de mayo de 1938 un grupo de casi 800 presos decidió poner fin a esta situación e intentaron huir. El intento fue en vano y las consecuencias fueron terribles, solamente tres consiguieron escapar. 207 fueron tiroteados en el monte, 14 fusilados y el resto apresados de nuevo.

En el entorno de la fortaleza se hizo un cementerio en el que se enterraron a 131 penados, debidamente individualizados y con una botella entre sus piernas. Así, al lugar se le puso el nombre del Cementerio de las Botellas.

La actividad

En la primera jornada de esta edición han participado los institutos Amazabal BHI de Leitza y Tierra Estella de Estella y un grupo de la Fundación Haritz Berri de Ilundáin que han recorrido la primera etapa del GR-225, desde el Fuerte de San Cristóbal hasta la fosa de Olave / Olabe. Al inicio de la marcha, en el exterior del Fuerte, miembros de la asociación memorialista Txinparta-Fuerte de San Cristóbal han explicado las condiciones en las que vivían los presos y las circunstancias de la fuga. Por su parte, la consejera de Relaciones Ciudadanas en funciones Ana Ollo se ha dirigido al alumnado participante destacando la importancia de la transmisión de la memoria a las generaciones jóvenes con la que está firmemente comprometido el Gobierno de Navarra desde 2015. Por ello les ha instado a reivindicar la memoria “no como una cuestión de pasado sino como un valor de futuro en la construcción de una sociedad más democrática, justa y plural”.

Botellas de la libertad, símbolo que acompaña toda la marcha hasta Urepel.

Tras recoger las botellas de la libertad, símbolo que acompaña toda la marcha hasta Urepel y en las que se han introducido escritos de los presos, fotografías, testimonios y cartas de sus familiares, han dado inicio al recorrido. A lo largo del mismo, el investigador Fermín Ezkieta ha explicado más detalles sobre la fuga en los parajes que fue atravesando. También ha estado presente personal de Guarderío de Medio Ambiente.

Julia, Sara, Aitana y Karina, alumnas del IES Estella, se han mostrado conmovidas al conocer el Fuerte de San Cristóbal después de haberlo estudiado en clase de Historia. “Es una situación muy dura. Venir aquí y recordar esos momentos es algo fuerte”, ha reconocido Julia. Hace dos semanas estudiaron en su centro escolar la Guerra Civil y los conocimientos adquiridos los tienen recientes. “Los profesores nos pusieron un documental en clase. Nos sorprende que esto haya pasado tan cerca en Pamplona y que muchas personas no conozcan la historia. Lo tenemos al lado de casa y la gente no se entera de esto”, han concluido las cuatro amigas.

La etapa ha finalizado en Olave/Olabe, en la fosa en la que en 2016 fueron exhumados los restos de 16 presos fugados que fueron asesinados sin juicio alguno al día siguiente de ser detenidos. Hasta la fecha únicamente han podido ser identificados Francisco Lecea, de Mendavia, y Máximo Sainz, de Desojo, pero residente en Vitoria-Gasteiz. En ese lugar, hoy Lugar de Memoria Histórica de Navarra, se ha celebrado un sencillo acto de homenaje con actuaciones preparadas por los centros educativos participantes. En este acto han estado presentes familiares de Manuel Martínez Estrada, natural de Cintruénigo, asesinado tras fugarse del Fuerte de San Cristóbal y cuyos restos todavía no han sido recuperados. 

De Sorogain a Urepel

Mañana miércoles 31 partirá desde Sorogain la segunda etapa de la marcha “Las botellas de la libertad”, que recorrerá el último tramo del GR225. Está previsto que un centenar de alumnos y alumnas de los institutos de Iturrama de Pamplona y Askatasuna de Burlada porten hasta Urepel las botellas que hoy han partido de Ezkaba. El último tramo del camino, contarán con la compañía del alumnado de la Escuela Elemental de la localidad bajanavarra, que participará en el acto final de homenaje en el lugar al que llegó Jovino Fernández, uno de los tres fugados que consiguió culminar con éxito la fuga.