La psicóloga y gerontóloga Mayte Sancho Castiello ha hablado este jueves sobre el nuevo modelo de residencias en el 63 Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). “Creo que hay consenso total en que es necesario revisar el modelo de institución que hemos creado durante las últimas décadas”, ha afirmado una vez finalizada su intervención, y ha añadido que, “a raíz de todo lo que ha pasado con la covid, se ha evidenciado que las instituciones no son el mejor sitio para vivir los últimos años de la vida”. 

En cambio, la especialista ha abogado por “un modelo ecosistémico, en un entorno territorial delimitado y de base comunitaria, muy basado en apoyos y cuidados domiciliarios”, para que las personas mayores “se queden en su entorno de siempre y, desde ahí, impulsar todo un sistema de provisión de servicios que facilite eso”.

Qué es un modelo ecosistémico

Respecto a este modelo, que se desarrolla en un espacio territorial determinado –un barrio, una ciudad o un pueblo–, ha explicado que “no es una cosa exclusiva de los cuidados de larga duración, ni de mayores, sino que ahora se están desarrollando modelos de diseño urbano desde el mismo marco conceptual, como la ciudad de los 15 minutos en París, de manera que en mi barrio pueda acceder a un centro de salud, a un centro de servicios sociales, a una farmacia, a una escuela... a todos los servicios que necesito para mi vida cotidiana”. 

En cuanto a las residencias actuales, ha planteado llevar a cabo “todo un proceso de transformación, que aquí en Navarra también se está trabajando, desde el enfoque de la desinstitucionalización”. La intención, como ha proseguido, es modificar los centros residenciales, para crear “unidades de convivencia pequeñas y generando entornos mucho más hogareños”. 

“Necesitamos un cambio cultural en la forma de acercarnos a la vejez y a los cuidados”

Mayte Sancho Castiello - Psicóloga y gerontóloga

Como ha destacado Sancho, estos nuevos modelos “favorecen que las personas mayores se puedan quedar a vivir en su entorno”, que es lo que quieren. En este sentido, la psicóloga ha indicado que desde hace décadas se investiga con este grupo de población cuestiones como “dónde le gustaría residir si necesitasen apoyo y 85 de cada 100 responde que en su casa. La gente no desea ir a centros residenciales, a no ser que las condiciones de su salud le obliguen”. No obstante, como ha constatado, “la capacidad de decisión y de vida propia de los usuarios es mínima”, ya que son centros “bastante grandes y, por lo tanto, muy despersonalizados”. 

Por todo ello, “necesitamos un cambio cultural en la forma de acercarnos a la vejez y a los cuidados”, procurando preservar el “valor social de toda la vida” y ofreciendo a las personas mayores “la oportunidad de seguir integradas en la sociedad”, ha concluido.