Desde mediados del año pasado, cinco personas comenzaron a formarse para convertirse en jueces de pruebas de podenco andaluz, una modalidad que está en auge en el norte de España y que, en Navarra, ya está fijando sólidos cimientos. Por el momento, en la Comunidad foral se han celebrado dos de estos eventos (el campeonato regional oficial, que da el pase al ganador al torneo nacional, y una competición local), pero ya se está organizando la II Copa Navarra de Trabajo en Caza Menor con Perro para Podenco Andaluz. Y con el apoyo de estas personas, se presupone que muchas localidades navarras podrán organizar pruebas similares, con las que dar respuesta a esta creciente afición.

Los fustiñaneros Francisco Javier Marchite Sierra y Javier Gil Jordán, junto con el cascantino Iñaki Ayensa Hernández, ya han superado todos los requisitos y se han convertido en jueces de esta disciplina, mientras que al corellano Juanjo González Sánchez y al cavanillero Jesús Rodríguez Sierra les falta tan solo acudir a una prueba más para terminar su formación. Con estas cinco personas, Navarra tendría ya la posibilidad de celebrar muchas más pruebas de podencos, aunque la Federación Navarra de Caza (FNC) está abierta a organizar un nuevo curso para jueces, si hay más personas interesadas.

La modalidad, sin duda, está en boga en el norte del país, que mira en este caso al sur, a comunidades como Andalucía o Murcia, con muchos años de experiencia en esta clase de eventos deportivos. Aragón ya está preparando su campeonato regional, mientras que otras regiones, como Cataluña, La Rioja o el País Vasco, también muestran cierta inclinación a abrir sus programas de competición a estas pruebas. En Aragón, por ejemplo, su federación autonómica de caza solicitó la colaboración de su homóloga navarra para que sus jueces participaran en su campeonato regional, que seguramente se lleve a cabo en Teruel este verano o a principios del otoño.

Jueces de una prueba de podencos. | FOTO: CEDIDO

Este acercamiento a los podencos presenta varias explicaciones. Por un lado, el cambio en la actividad cinegética que se está produciendo en muchas regiones, con numerosos cazadores que se están pasando de la perdiz a los conejos, empujados en ocasiones por las plagas de este animal, que obligan a los actores de este sector a redoblar sus esfuerzos para controlar sus poblaciones. Pero, por otra parte, contribuye también el amor por esta raza, con comportamientos muy particulares y que protagonizan lances espectaculares en el campo. Además, las pruebas de podencos implican una preparación en la que la conexión y el vínculo entre perro y dueño han de ser máximas, por lo que se pone muy en valor el trabajo que ha de hacer el cazador con su perro.

Este último aspecto lo conoce a la perfección Marchite, presidente de la Sociedad de Cazadores de Fustiñana y el primer campeón navarro de la modalidad, tras haber vencido en el torneo celebrado en el verano del 2022 en la Ribera. “Una vez que un cazador ve un lance de un podenco, le llama muchísimo la atención. Un buen podenco, de buena línea, con sus mecanismos característicos, con el rabeo, con el latido, con sus posturas… Es una cosa maravillosa. A mí, me pasó. Me picó el gusanillo y ya no me soltó”, reconoce.

Como él, otras cuatro personas sintieron tanta fascinación por estos perros, que se apuntaron al curso de jueces que la FNC puso en marcha el pasado año. El primer paso para todos ellos fue superar una parte teórica, en la que se estudian documentos estándar sobre el trabajo y el físico de esta raza, en los que se explica qué anatomía debe tener, el estilo a la hora de cazar, la afición que exhiben, sus capacidades de búsqueda… “En este tipo de pruebas, se valoran cinco cualidades innatas y otras cinco adquiridas”, expone Marchite, que indica que, para él, tienen mucha importancia el estado físico que presente el perro y el adiestramiento que se le haya dado, así como que el animal sepa cómo ha de cazar el terreno, para que no se le apodere.

Superado ese curso, los estudiantes han de asistir a cinco pruebas, en las que han de ejercer como jueces para que, así, adquieran la experiencia necesaria para saber analizar a los perros participantes. En su caso, el tutor del grupo navarro fue Juan Beltrán, de Jaén. “Un maestro magnífico -subraya Marchite”, que nos ha ido detallando nuestros errores y aciertos, inspeccionando nuestro trabajo y puntuándonos”. Las cinco pruebas fueron, sobre todo, en Jaén, donde tuvieron igualmente la posibilidad de ver a manetos y oritos, dos razas que, habitualmente, acompañan a los podencos andaluces en esta disciplina. Y su prueba estrella fue el Campeonato de España, en el que pudieron presenciar las actuaciones de los mejores cazadores en esta materia.

Para culminar la preparación de las dos personas que todavía no han actuado en las cinco pruebas, el objetivo que se pretende es que se proclamen como jueces en la II Copa Navarra de Trabajo en Caza Menor con Perro para Podenco Andaluz, que, previsiblemente, se celebrará en octubre, ya que sería el broche perfecto. Se está trabajando, además, para que el campeonato regional vaya acompañado de una prueba de cachorros, con animales de menos de un año.

En este año de existencia de esta modalidad de podencos en Navarra, Marchite sostiene que la afición ha ido en aumento. “En la segunda prueba que celebramos, la local de Fustiñana-Cabanillas que realizamos en febrero, ya vimos que había participantes que repetían y que nos hacían preguntas más específicas”, declara. El futuro pasa por que las sociedades de cazadores se involucren, se den cuenta del atractivo de esta disciplina y se animen a organizar más actos similares. “Para eso nos hemos formado como jueces, para favorecer la expansión de los eventos con podencos y para que el interés por esta raza siga creciendo en Navarra”, manifiesta el campeón navarro, que este año no podrá revalidar el título, ya que ostentará la posición de juez de la prueba.

“Es una espina que se me queda, porque me gusta competir -defiende Marchite-, pero gozo con que haya cazadores de Navarra que puedan acceder al Campeonato de España. Cuando acuda a esa prueba y vea a un navarro, con su uniforme de Navarra, participando en ella, me emocionaré”.