Agentes de la Policía Municipal de Pamplona detuvieron a finales del pasado mes de junio en un establecimieto de comida rápida ubicado en el barrio de la Rochapea de Pamplona a un varón después de que intentara agredir sexualmente a un menor de 13 años de edad en el baño del establecimiento, que se encuentra cercano al cruce de Cuatrovientos. La investigación la dirige el Juzgado de Instrucción número 3 de Pamplona y el hombre, tras tomarle declaración tanto al invesigado como al menor, así como a otros testigos, quedó en libertad provisional a la espera de que finalicen las diligencias y pueda resultar juzgado. La jueza le impuso una orden de alejamiento de 100 metros así como la prohibición de establecer comunicación con el menor por cualquier medio.

Los padres del menor denunciaron el pasado 30 de junio en dependencias de la Policía Municipal que su hijo les había contado que el día anterior había sido víctima de un intento de agresión sexual en un doner kebab al que había entrado para hacer uso del baño. El chico relató que a media tarde del día anterior, jueves 29 de junio, se encontraba con unas amigas jugando en el barrio pamplonés.

Le cortó la salida del local

En un momento dado, quiso utilizar el aseo de un establecimiento hotelero que existe en las inmediaciones, pero no se lo permitieron al no haber consumido en el mismo. De esta forma, se acercó al local de comida rápida y acudió al servicio. Fue al salir del mismo cuando se encontró al hombre, fuera de la barra, y que de algún modo le impedía la salida del establecimiento. Entonces, el chico le preguntó por el precio de algún producto mientras el investigado le decía qué guapo eres, ven conmigo. En ese momento no había más personas dentro del establecimiento. Al acudir al aseo, el presunto agresor cerró la puerta, besó al menor, se bajó el pantalón y le dijo que le hiciera una felación, sin que ello llegara a consumarse. Fue entonces cuando dos jóvenes accedieron al local y el hombre, alertado por ello, abrió la puerta del servicio y el chico pudo salir del mismo. Las propias jóvenes, a las que no conocía el menor, se interesaron por su estado y le pregutaron si se encontraba bien. El chico abandonó el lugar y contó lo ocurrido a un par de amigas que le esperaban cerca del establecimiento.

Al llegar a casa, sobre las 21.30 horas, y con rostro visiblemente preocupado, les contó lo ocurrido a sus padres. Estos acudieron a las dependencias de la Policía Municipal que les recomendaron volver a la mañana siguiente para realizar las gestiones oportunas de la denuncia. Así lo hicieron y más tarde a su hijo se le practicó una prueba preconstituida en el juzgado. Se da la circunstancia de que antes de ser arrestado, el presunto agresor ya había tenido un encontronazo con el chico. Fue durante la tarde del viernes 30 de junio, después de la denuncia, cuando el chico se apeó de una villavesa en las cercanías junto a una amiga. Para alejarse lo más posible del kebab, decidieron cruzar a la acera de enfrente y entonces observaron cómo la misma persona que había cometido los hechos el día anterior, salía del local a la calle y le realizaba diversas señas para llamar su atención. Los dos jóvenes se alejaron de inmediato sin intercambiar palabras con esta persona, que está siendo investigado por un delito contra la libertad sexual a menor de 13 años. Ambos menores, la víctima y su amiga, le reconocieron como el agresor ante la Policía. l