La anterior consejera de Salud del Gobierno de Navarra, Santos Induráin, ha regresado este miércoles a una consulta de Atención Primaria tras seis años trabajando en la gestión. Lo ha hecho en el centro de salud del Casco Viejo de Pamplona, donde ha iniciado un periodo de reciclaje de cuatro meses previo a incorporarse a su plaza, en San Juan. “Vuelvo con ganas, con energía y con ilusión y la verdad es que ha sido muy satisfactorio por varios aspectos. Uno, por cómo he sido recibida por compañeros que conocía desde hace muchos años, muy buenos profesionales y con los que he compartido espacios de Medicina de Familia, por otros que no conocía, y la verdad es que el estar de nuevo en la consulta ha sido volver a mi casa. Volver a ver lo que supone la Atención Primaria, de escuchar a los pacientes, explorar, informarles, negociar, acordar con ellos qué plan personalizado biopsicosocial van a tener, ver que para todo esto hace falta tiempo, que por eso medidas como blindar 12 minutos por paciente eran muy necesarias, que todo este trabajo es muy importante para esas relaciones que estableces y para hacer una buena Atención Primaria”, ha afirmado tras finalizar su primera jornada laboral.

“Vuelvo con ganas, con energía y con ilusión; estar de nuevo en la consulta es como volver a mi casa”

Santos Induráin - Médica de familia y exconsejera de Salud

Así, en el primer día de esta rotación ha acompañado a una doctora que tenía la agenda completa de consultas, han acudido a una residencia de ancianos para visitar a algunos pacientes y también han atendido consultas no presenciales. Una primera toma de contacto en la que se ha sentido “muy bien acogida” y, preguntada por si había recibido algún reproche de compañeros o pacientes, ha respondido que no. “Lo que he hecho es trabajar”, ha asegurado, si bien ha reconocido que “tiempo habrá para recibirlos y analizarlos. Las críticas siempre nos tienen que llevar a reflexionar, a avanzar y a mejorar”.

Puesta al día

Respecto al periodo de formación que ha comenzado, Induráin ha explicado que “como médicos de familia establecemos relaciones con los pacientes de mucha confianza, de respeto, de empatía, pero también de buena profesionalidad y, por ello, también somos los mejores clínicos que podemos”. Por ello, ha considerado “necesario” hacer “una puesta al día de todos los cambios, las actualizaciones de tratamientos, los abordajes de pacientes, la conexión con los niveles hospitalarios o residenciales”. En su caso, según ha proseguido, “voy a rotar por Atención Primaria, pero también por atención al crónico, hospitalización a domicilio, paliativos, UVI móvil, traumatología, dermatología, y también por psicología y fisioterapia, como nuevos servicios de este nivel asistencial”.

Preguntada por qué cambios ha percibido en la Atención Primaria a su regreso, ha señalado que “he visto avances en cuanto a la resolución, a la digitalización y en compartir información y –además– he visto que se sigue atendiendo de una manera que creo que es la más importante para los pacientes: escuchándoles, explorándoles e informándoles, porque eso crea gran confianza. He visto esa buena combinación y también mucho trabajo”.

Ahora, tras 40 años de experiencia y finalizar una etapa en la que se ha sentido privilegiada por “liderar el departamento y poder servir a mi comunidad en la mayor crisis sanitaria que ha habido”, su objetivo como doctora Induráin es “volver a la Medicina de Familia. Creo en una medicina preventiva que contempla a la persona de una manera integral y que trata de resolver sus necesidades en el aspecto biopsicosocial, de trabajar con el resto de compañeros de Atención Primaria en la promoción, prevención, en la rehabilitación y de avanzar en la integración con profesionales del nivel hospitalario, compartiendo la información, toma de decisiones, comunicándonos para hacer más fácil los abordajes de los pacientes y también cuestiones sociosanitarias que veo que están muy implicadas en la atención de las personas y en las que tenemos que trabajar de manera conjunta”. Y es que, con este paso, Santos Induráin vuelve a su vocación, que es muy clara, porque “a mi me gusta la gestión y soy gestora”, pero “ante todo soy médico de familia”, ha concluido.