Las demandas de disolución matrimonial ascendieron un 16,5% en el segundo trimestre de este año en Navarra, según los datos recogidos por el servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial y dados a conocer este lunes.

El número total de procedimientos de divorcios y separaciones presentados entre abril y junio de este año se situó en 345, 49 más que en el mismo periodo de 2022, cuando se incoaron 296.

Según los datos del informe, en el segundo trimestre se registraron 6 demandas de separación contenciosas, dos más que las presentadas -4- en el mismo trimestre de 2022, así como 16 consensuadas frente a las 11 del año anterior, lo que arroja un incremento del 45%.

Respecto a los procesos de divorcio, en el periodo analizado se instaron 214 de mutuo acuerdo _el pasado año fueron 191, esto es, un aumento del 12%_ y 109 no consensuados frente a los 90 del año anterior, un ascenso del 21,1%. Asimismo, en el segundo trimestre de este año no se presentó demanda alguna de nulidad matrimonial.

Entre abril y junio se iniciaron en Navarra 60 procedimientos de modificación de medidas consensuadas y 64 contenciosas, es decir, 124 en total.

Por último, en los procedimientos de guardia, custodia y alimentos de hijos no matrimoniales se incoaron 96 demandas de mutuo acuerdo -76 en el mismo trimestre de 2022- y 159 no consensuadas -95 un año antes, lo que supone un incremento del 67,4%-.   

UNAS 51 DEMANDAS DE RUPTURA POR CADA 100.000 HABITANTES EN NAVARRA

Poniendo en relación las demandas de disolución matrimonial del total del año con la población a 1 de enero de 2023 se comprueba que el mayor número de demandas de disolución por cada 100.000 habitantes se dio en Canarias, con 63,4.

Le siguieron Baleares, con 59,9; la Comunidad Valenciana, con 57,5; Galicia, con 56,2; Cataluña, con 54,2; Aragón, con 53,9; La Rioja, con 53,4; Castilla-La Mancha, con 52,9; y Navarra, con 51,3 (44,6 en el mismo trimestre del año pasado), territorios en los que en todos los casos se superó la media nacional, que fue de 50,8.

Por el contrario, las tasas más bajas se dieron en Asturias, con 36,4; Cantabria, con 41,8; Castilla y León, con 42,5, y País Vasco, con 43,8.