La pérdida de alguien cercano es una tragedia a la que se tiene que enfrentar toda persona alguna vez en la vida. A pesar, de la dureza y la dificultad de la situación hay quien puede ayudar a sobrellevarla o, al menos, aportar otras visiones gracias a su experiencia. Con este objetivo el próximo sábado 4 de noviembre Civican acogerá la X Jornada sobre el Duelo, titulada Duelo y Vejez. El valor de la experiencia.

El evento está organizado por la Asociación Goizargi y el Hospital San Juan de Dios de Pamplona-Tudela quienes lo han presentado hoy jueves en Civican El programa comienza a las 9.00 y, hasta las 14.00, ofrecerá distintas ponencias y mesas redondas que abordaran distintos puntos de vista de la experiencia de la vejez en el duelo, la atención sanitaria y la soledad. También tiene como objetivo sobre “prejuicios, mitos e ideas precondebidas respecto al duelo”. Para acudir es necesario inscribirse en la web de cualquiera de los dos organizadores y este años el acceso es gratuito. “Queremos que sea libre para que venga quien quiera y por eso hemos decidido quitar el precio de entrada”, ha explicado Rakel Mateo, directora de Goizargi.

En esa línea también hay otro cambio respecto al horario y es que se ha eliminado la programación de la tarde para “cambiar las actividades y quitar los talleres más individualistas”. Las responsables animaron a inscribirse a toda la población navarra e incidieron en que la jornada está dirigida a a “cualquier persona con interés en el tema y también a profesionales que, por su posición laboral, tengan contacto con personas mayores y deseen reflexionar”, explicó Mateo.

Libertad en la vejez

La experiencia de pérdida tiene características propias según la etapa vital en la que se presenta y “llegar a la vejez probablemente implica que la persona ya haya tenido que afrontar varias pérdidas y, además, en cortos periodos de tiempo, por lo que están más habituados al duelo”, ha explicado Camino Oslé, Diplomada en Trabajo Social, Doctora en Pedagogía y Máster en Gerontología Social. Oslé ha hablado de la vejez como una “conquista social” y de que mientras la esperanza de vida aumenta, lo hace también el riesgo de caer en dependencia y deterioro. Además de sumar años es importante “asegurar que se siga teniendo un papel en el mundo, la vida siga teniendo sentido”. 

Oslé ha abordado también el edadismo, la discriminación hacia personas mayores, respecto a los pensamientos de restar importancia a un fallecimiento cuando se trata en una persona mayor. Ante esto, ha defendido que “no hay edad para morir” pero “con matices” y también indicó que “al haber vivido más y haber llegado a un punto de exprimir la vida sí que tiene un sentido menos trágico”. 

Las personas mayores se enfrentan a una mayor soledad debido a que las familias cada vez son menos numerosas y se tienen que enfrentar situaciones complejas por su cuenta. “Los cuidados finales nos hace más dueños, pero hay quien no ha hecho nunca uso de una libertad tan potente de decisión”, señaló Oslé. En esta situación, una pérdida puede aumentar la sensación de soledad, la necesidad de figuras de apoyo o la dependencias de estas y la percepción de desamparo. 

Ante esto, Oslé ha puesto en valor los avances médicos en materia de cuidados paliativos y la Unidad del Dolor que aportar “dignidad y calidad” a los últimos años de vida. Por otro lado, también señaló como buenas herramientas la Ley de Buena Muerte y la Ley de la Eutanasia ya que “hacen más libre a la persona”. Gracias a estas medidas médicas y legislativas, las personas se acercan al deseo de “morir bien” y aporta “tranquilidad a los pacientes, las familias y a los propios profesionales”.