Un grupo investigador de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y del Hospital Universitario de Navarra (HUN), con la colaboración de la empresa BH fitness, está llevando a cabo un proyecto cuyo objetivo es examinar los efectos combinados del entrenamiento de fuerza y el ayuno intermitente sobre la composición corporal y la salud cardiovascular de mujeres en etapa posmenopáusica, entre 50 y 65 años de edad y con sobrepeso u obesidad. El proyecto ha sido financiado por el Consejo Superior de Deportes y cuenta con la aprobación del Comité Ético de Investigación Clínica de Navarra.

En el proyecto, que comenzó en el mes de abril, participan actualmente 52 mujeres y el reclutamiento continúa abierto hasta que se llegue a las 150. "Hasta la fecha, los resultados son muy prometedores y el buen ambiente reina en el polideportivo y en las sesiones nutricionales", asegura el equipo investigador. Las mujeres interesadas en participar pueden ponerse en contacto con el equipo a través del correo electrónico empower.project.upna1@gmail.com.

Gracias a la colaboración de la empresa BH fitness se han podido instalar máquinas de musculación en las instalaciones deportivas de la UPNA para el uso exclusivo de las participantes del proyecto, quienes entrenan bajo la supervisión de especialistas en ejercicio físico. Se han organizado grupos reducidos de entrenamiento de entre 6 y 8 participantes, en diferentes horarios a lo largo de la semana, lo que facilita que puedan escoger los que mejor encajen en su rutina diaria. El equipo investigador confía en que la adición de ejercicio físico de fuerza al tratamiento nutricional facilite la pérdida de peso y mejore la cantidad y la calidad muscular, reduciendo así el riesgo de sarcopenia de esta población.   

LAS PARTICIPANTES, EN TRES GRUPOS DE INTERVENCIÓN

Las participantes son asignadas de forma aleatoria a 3 grupos de intervención durante 12 semanas con el objetivo de comparar sus efectos sobre la composición corporal: el primer grupo hará ayuno intermitente (16/8: 16 horas de ayuno y 8 horas de alimentación, en el horario que elijan), el segundo realizará el mismo ayuno intermitente de 16/8 y además realizará ejercicio de fuerza supervisado por especialistas en ciencias del deporte tres días por semana, y el tercer grupo seguirá una dieta hipocalórica personalizada supervisada por nutricionistas y ejercicio de fuerza, también supervisado, tres días por semana.

Antes de empezar la intervención, se realizan exámenes y pruebas médicas muy detalladas que incluyen la evaluación de la composición corporal (masa grasa, muscular y densidad mineral ósea) mediante tecnología avanzada, valoración del metabolismo basal, ecografías y resonancias magnéticas o pruebas de esfuerzo.

La menopausia incrementa el riesgo de ganancia de peso y de empeoramiento de la salud cardiovascular en las mujeres, como explica el equipo investigador. Además, la pérdida de estrógenos tras la menopausia afecta de forma diferencial al apetito y reduce la masa y la calidad del músculo esquelético, así como el gasto energético. "Estos factores explican en parte la dificultad para perder peso con la que se encuentran las mujeres en esta etapa de su vida, lo que hace necesario investigar nuevos tratamientos específicos para esta población", indican.

Sin embargo, en la actualidad, "hay muy pocos trabajos científicos centrados en la obesidad posmenopáusica, a pesar de que la obesidad es especialmente prevalente en este grupo de edad y de que da lugar a más complicaciones para la salud que en otros grupos poblaciones", concluyen.