La labor conjunta de los técnicos y guardas de Medio Ambiente de Navarra e Iparralde ha dado sus frutos y han conseguido capturar al urogallo que durante varios días se ha dejado ver en las inmediaciones de La Contienda, la estación más alta del Centro de Esquí Larra-Belagua. Los profesionales lo han llevado hasta una zona más protegida en el pic d´Anie, en el lado francés, y le han colocado un emisor para tener controlados sus movimientos.

El ave, especie en peligro de extinción, apareció en las pistas de esquí de Navarra a finales de 2023 y en alguna ocasión se había visto también en el lado francés, muy cerca de la carretera, "con un comportamiento raro, sin temor a la gente", ha detallado el departamento de Medio Ambiente. Tras varias apariciones, se vio que tenía un comportamiento atípico: volaba muy bien, pero le atraía la gente y el ruido, no era agresivo, pero tampoco se asustaba.

Red colocada para capturar al urogallo en el parking de la pista de esquí de Belagua. Javier Bergasa

Ante esta situación, y al tratarse de un ejemplar protegido, los técnicos y guardas de ambos lados de la frontera, con el apoyo del personal de las pistas de esquí de Larra-Belagua, se pusieron a trabajar sobre el terreno para evitar que los visitantes molestaran al ave, evitar posibles ataques de perros o atropellos cuando estaba en la carretera.

"La actitud de los visitantes y de los usuarios de las pistas fue muy buena. La especial colaboración del personal del centro de esquí permitió gestionar debidamente una situación muy delicada", han señalado desde el departamento.

Finalmente, la semana pasada, tras constatar que este comportamiento atípico no se corregía y que se mantenía un alto riesgo para la supervivencia del urogallo, se capturó el ave, y se llevó a otra zona del macizo del Anie en la que no hay carreteras ni pistas de esquí. Se le colocó un emisor para tener control de sus movimientos y, en este momento, se está siguiendo su readaptación al medio natural. 

Menos de diez ejemplares en Navarra

El urogallo de Belagua. Cedida

El urogallo figura en el catálogo de fauna amenazada de Navarra en la categoría “En peligro de extinción”. La situación de esta especie es crítica. Los últimos censos dan un máximo de 3-4 machos y 3-5 hembras de la especie en la Comunidad Foral. Su ámbito de distribución en Navarra se circunscribe a un área muy pequeña del extremo nororiental del Valle de Roncal, dentro de la Reserva natural de Larra, que forma parte de la red Natura 2000.

Esta especie ocupa un hábitat en las zonas de alta montaña con climas fríos, adaptadas a inviernos fríos y largos, con fuerte innivación. Por ello su presencia está localizada en las pocas zonas del Pirineo navarro que tienen esas características.

La evolución del clima en las últimas décadas muestra una clara tendencia a mayores temperaturas y menor precipitación, lo cual supone una tendencia a la disminución de ese hábitat y, en consecuencia, a que se incremente el riesgo de que la especie sufra enrarecimientos o incluso llegue a desaparecer en un horizonte muy lejano.

Por ello, es preciso trabajar en la protección de los individuos que todavía existen y en la conservación y mejora del hábitat que ocupan. Hoy por hoy, el urogallo pirenaico es un patrimonio natural muy relevante que la sociedad navarra debe valorar y conservar.

La presencia de urogallos con este comportamiento es conocida en todas las poblaciones de urogallos, pero parece se da con mayor frecuencia en zonas en las que está sometido un mayor nivel de estrés. Se desconoce si el atípico invierno de este año, o la falta de ejemplares de su especie en la población puede tener que ver en eso.

Parece que estos urogallos tienen un desajuste hormonal, y la testosterona hace que no teman a los humanos. Se conocen casos (incluso en la población del macizo del Anie, en el lado francés) en los que este comportamiento se ha corregido y el ave ha vuelto al medio y se ha adaptado perfectamente.