El departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra ha extendido esta semana un dispositivo en las inmediaciones de La Contienda, la estación más alta del Centro de Esquí Larra-Belagua, ante la aparición de un urogallo. El insólito suceso ha causado revuelo en el valle y se ha hecho viral dado que nunca se ha visto en lugares concurridos.

El hecho de que esté catalogado como un ave en peligro de extinción, dada la escasa población existente, a lo que se suma el cambio climático, ha provocado la coordinación del guarderío de los dos lados de los Pirineos junto a los trabajadores de la estación que velarán por su recolocación en el territorio. Mientras tanto, anuncian que continuará su intervención en zona, al tiempo que piden respeto y prudencia ante posibles apariciones.

“Forma parte de una población en declive y su aparición es un extraño comportamiento derivado de este hecho, así como del cambio climático que sufrimos. Estas circunstancias unidas a la presencia humana, dado que el ocio en el monte como un disfrute del medio natural está cada vez más extendido, puede ocasionarle molestias que le afectan especialmente dado que es una especie muy delicada”, explica Rubén Ruiz, guarda de Medio Ambiente del Valle de Roncal.

Cuenta que al urogallo se le ha ido viendo a partir de Navidad de forma aislada, si bien esta semana se ha posado en el aparcamiento de La Contienda, e incluso ha estado a pie de pistas. A raíz de este hecho, la colaboración transfronteriza entre agentes de protección de los Pirineos Atlánticos y Occidentales no se ha hecho esperar, y participan estos días conjuntamente asesorados por un técnico de Medio Ambiente en la instalación de vigilancia y operativo de captura.

El urogallo posado sobre un vehículo.

El urogallo posado sobre un vehículo. Redacción DNN

“Seguiremos así los próximos días, para cerciorarnos de su presencia e intervenir en su captura para trasladarlo a un lugar más protegido. Si no aparece, entenderemos que ha vuelto a su hábitat, aclara Ruiz. Añade que para este fin es importante “seguir las indicaciones de los profesionales, así como de los trabajadores. “El urogallo sufre mucho con la presencia humana. Cualquier molestia podría causarle un daño irreparable”. Entre estas, concreta: los gritos y ladridos, acercarse a él, fotografiarlo o grabar un vídeo. Cabe recordar apunta que la normativa actual en esta materia recoge que se requiere permiso para realizar fotografías a aves en peligro de extinción y contempla la sanción.

“El urogallo es una especie emblemática, una joya que en Navarra solo se encuentra, y en muy pocos efectivos, en el Alto Valle de Roncal. En el resto del Estado, solo en la cordillera cantábrica, y en números rojos. Han saltado las alarmas”, advierte el guarda. La degradación de su hábitat ya es un peligro para su extinción. Solo se alimenta de hojas de pino negro y necesita bajas temperaturas. Por eso, las elevadas de este mes de enero, ahora sin nieve, es una situación adversa para él. “Llamamos a los usuarios del medio a la responsabilidad y a tomar consciencia de su situación delicada. Los perros deben ir atados, no dejar basuras que atraigan a los depredadores ni salirse de los senderos balizados. Puede que no se vean, pero están”, resume.