La planta de residuos de Artajona –de la empresa Ecofert-Sansoain– ha pedido una prórroga para presentar alegaciones ante el cierre cautelar de sus instalaciones que el Gobierno de Navarra decretó el pasado 23 de enero después de constatar que había recibido residuos de manera irregular.

La empresa tenía de plazo para presentar alegaciones hasta este pasado 14 de febrero, fecha en la que el cierre pasaría a ser definitivo. No obstante, esta semana ha presentado un recurso ante el departamento de Medio Ambiente para prorrogar ese plazo al próximo 22 de febrero, algo que han admitido desde el Gobierno foral, por lo que todo hace indicar que Ecofert Sansoain aportará dichas alegaciones.

De ser así, los técnicos de Medio Ambiente las estudiarán y decidirán si las admiten o las deniegan y el cierre pasa a ser definitivo. En ese caso, se paralizaría la actividad de la planta de Artajona hasta que ésta acredite que ha eliminado todos los residuos irregulares recibidos.

De momento, sigue recibiendo residuos de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona –que ya anunció que en caso de cierre definitivo solicitaría llevar todos sus residuos a la planta de Caparroso– y también del Culebrete.

Los hechos

El caso de la planta de tratamiento de residuos de Artajona salió a la luz el pasado 23 de enero –aunque ya estaba siendo investigado por un juzgado de Donostia– cuando el Gobierno de Navarra anunció el cierre cautelar de las instalaciones al constatar que durante dos años habían procesado más de 5.000 toneladas de lixiviados procedentes de la incineradora de Zubieta (Gipuzkoa), un residuo líquido que la planta no tiene autorización para tratar, ya que solo puede procesar sustancias sólidas o lodos consistentes.

Tras esto, se sucedieron una serie de acusaciones cruzadas los días siguientes entre los responsables de Medio Ambiente de Gipuzkoa y los de Navarra. De hecho, el diputado de Sostenibilidad de Gipuzkoa y responsable de la incineradora, José Ignacio Asensio, acusó al consejero de Medio Ambiente del Gobierno foral, José María Aierdi, de “falsedades” en sus explicaciones sobre lo ocurrido y mantuvo que el envío de residuos a Artajona se había hecho de manera correcta.

Investigación judicial

El problema era que los residuos que recibió Ecofert Sansoain de Zubieta nunca deberían haber llegado a Artajona al no estar autorizada esta planta para tratar este tipo de residuos líquidos. Y precisamente por eso el diputado Asensio está siendo investigado por este mismo asunto por un juzgado de Donostia que tiene una pieza penal abierta sobre la gestión de la incineradora de Zubieta.

Dicha causa se abrió tras la denuncia de la asociación GuraSOS, que afirmaba que la planta de Zubieta habría generado lixiviado líquido “dándole un código de residuo y un concepto erróneos de forma consciente” y “habría encargado el tratamiento de parte de estos residuos a la empresa Ecofert Sansoain de Artajona”, sin que esta cuente con autorización para gestionar sustancias líquidas.

  • Los residuos no eran tóxicos. Aunque los lixiviados son residuos líquidos potencialmente tóxicos, los análisis de toxicidad llevados a cabo en Artajona dieron negativo. Según explicaron desde el departamento de MedioAmbiente, los lixiviados arrojaron un resultado negativo para escherichia coli, salmonela y metales pesados.
  • 110.000 euros de sanciones. La planta de Artajona acumula más de 110.000 euros de multas en el último año por llevar a cabo actividades irregulares.
  • La Mancomunidad. La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona divide el envío de sus residuos orgánicos entre la planta de Artajona y la de Caparroso y, en caso de cierre definitivo de la primera, solicitará poder enviar todos a la de Caparroso.