El devastador incendio de este jueves en un bloque de 138 viviendas en la ciudad de Valencia se explica por varios factores que aceleraron las llamas hasta dejar el edificio totalmente calcinado. Sin embargo, en las últimas horas, se ha apuntado a uno de los materiales presente en la fachada como determinante para la vertiginosa propagación del fuego: el poliuretano.

Según un peritaje, realizado por otros motivos al inmueble, bajo las piezas de aluminio colocadas en la fachada se hallaron restos de este producto altamente inflamable. No obstante, cabe destacar, que el edificio se empezó a levantar en 2005 cuando la normativa sobre el poliuretano era otra.

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Así ha quedado el edificio incendiado de Valencia EFE / EP

Así lo subraya el gerente del Colegio de Arquitectos Vasco Navarro (COAVNA). Víctor Otero señala que, aunque este material se sigue empleando, ahora las garantías de seguridad son otras.

El motivo radica en que, a lo largo de estos 17 años, sus usos se han ido acotando y desde 2019 no puede emplearse en edificios que superen las diez plantas como el de Valencia. “La situación actual es de mucha garantía. Aunque solo hayan pasado 17 años, la normativa ha evolucionado muchísimo”, defiende.

Normativa

Los cambios introducidos en la normativa actual guardaron relación con el terrible incendio, de magnitudes sin precedentes, registrado en la torre Grenfell de Londres en 2017. Un trágico suceso que dejó 72 fallecidos y llevó al gobierno británico a iniciar una investigación para descubrir cuántos edificios contaban con este tipo de revestimiento creado a partir de materiales altamente inflamables.

La UE también decidió hacer una revisión de toda la normativa en relación a la propagación de fuego en fachadas tras este suceso”, añade el gerente de COAVNA. De este modo, desde 2019 no puede construirse una fachada ventilada y con revestimiento de poliuretano en inmuebles de más de diez pisos, el de Valencia tenía 14 plantas.

Recomendación

Preguntado sobre si considera recomendable hacer una revisión de los edificios de nuestro entorno, Víctor Otero indica que la fachada ventilada “viene aplicándose muy recientemente” y  que “este tipo de aislamiento destaca por ser impermeable”.

Con poca presencia en aquellas zonas secas, considera que en la capital navarra su uso ha sido bajo. En lo que respecta a la CAV, sostiene que “este tipo de revestimiento va por zonas”. “¿Puede haber edificios como el de Valencia en nuestro entorno? Los puede haber. ¿Muchos? Lo dudo”, aclara.

Con todo, no ve descabellado que se revisen aquellos inmuebles en los que haya sospecha de ciertos riesgos. En este sentido, también aconseja que las comunidades de vecinos se interesen por las características de los materiales de sus fachadas.

“El poiluretano es desmontable y se pude cambiar sin problema. Hacer una revisión a raíz de lo ocurrido puede ser una oportunidad para cumplir, además, con otras exigencias como las relativas al cambio climático”, remarca el gerente de COAVNA.

Usos del poliuretano

El poliuretano es un “derivado del petróleo”. Se trata de un compuesto empleado con frecuencia debido a que presenta una gran resistencia, flexibilidad o rigidez, en función de cómo se haya llevado a cabo su proceso de fabricación.

Otero destaca que su uso en el Estado se debe a que presenta una alta resistencia al agua, siendo aislante e impermeable al mismo tiempo. También puede encontrarse como aislante para neveras, acolchado para muebles, colchones, componentes de automóvil, suelas de calzado y ropa deportiva, entre otros.

Las espumas de poliuretano - utilizadas para el aislamiento, embalaje y en mobiliario- son especialmente susceptibles a arder rápidamente si se exponen a una fuente de fuego directa, liberando, además, humos que pueden ser tóxicos.