En Coca-Cola llevan años trabajando por desarrollar envases cada vez más sostenibles, un compromiso que se recoge en su estrategia de sostenibilidad, This Is Forward. Una estrategia que marca su plan de actuación global con el que, desde 2017, buscan marcar la diferencia en el largo plazo, estableciendo medidas y objetivos concretos en todas aquellas áreas sociales y ambientales en las que pueden generar un impacto positivo y que son prioritarias para su actividad: bebidas, clima, envases, agua, sociedad y cadena de suministro. Así, gracias a esta hoja de ruta, la compañía está más cerca de alcanzar su ambicioso objetivo climático: alcanzar las emisiones netas en toda su cadena de valor para 2040.

Para lograr estos objetivos, CCEP está inmersa en procesos de innovación continua para adaptar la manera en que lleva sus bebidas a los consumidores. La compañía ha desarrollado un análisis del impacto de los distintos aspectos de su cadena de valor. La evaluación del ciclo de vida de sus envases permite evaluar su huella de carbono, que supone el 38% de las emisiones de carbono de toda la cadena de valor de la compañía. Así, los esfuerzos de CCEP se centran en planes de innovación, aligeramiento de envases, eliminación de materiales innecesarios y la incorporación de materiales reciclados, entre otros. Ya ha puesto en marcha distintos proyectos de economía circular que incorporan la eco innovación orientados a disminuir el impacto de los envases y reducir su huella de carbono.

CCEP ha redoblado esfuerzos por conseguir sus objetivos, como por ejemplo aumentando el contenido de material reciclado en sus envases, impulsando la circularidad de estos, innovando en soluciones rellenables, sustituyendo algunos materiales por otros más sostenibles, o eliminando envases innecesarios. Como ejemplo, España fue uno de los primeros países donde se implementó la tecnología Cancollar® que permite remplazar el agrupador de plástico de las latas por cartones de fuentes sostenibles. 

Con la mirada puesta en los objetivos marcados para el año 2040, a través de su vehículo de inversión CCEP Ventures, la compañía está invirtiendo también en Start-Ups e I+D para desarrollar soluciones de dispensado del futuro, así como en nuevos modelos de vasos reutilizables dirigidos a establecimientos de alto volumen.  

Además, continúa impulsando el uso de envases rellenables y reutilizables como su icónica botella de vidrio Contour. Coca-Cola lleva mucho tiempo trabajando por fomentar el uso del vidrio retornable en la hostelería, ya que, además de ser la favorita para el 80% de sus consumidores, es también la botella más sostenible para el canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías).   

La botella de vidrio retornable, la más sostenible en hostelería

La icónica botella Contour es uno de los envases más sostenibles. Su estilo clásico no pierde vigencia y, a día de hoy, todavía tiene mucha vida. No solo por su formato de vidrio de 8 onzas, sino también en sus diferentes tamaños y con las incorporaciones técnicas sostenibles que Coca-Cola ha realizado para aligerarlo, permitiendo así una reducción de la materia prima usada en cada uno. 

Y es que, la botella de vidrio se considera el envase más sostenible para la hostelería, precisamente por su circularidad. Es decir, Coca-Cola recoge las botellas una vez se han vaciado, las devuelve a sus fábricas y se vuelven a llenar. Así se consigue que la botella se convierta en el envase más “verde” en bares y restaurantes, ya que, con ese sistema, las botellas cuentan con más de 25 vidas de media antes de ser recicladas. Según el informe de sostenibilidad de Coca-Cola en España, algo más del 91% del vidrio que produce es retornable.