Los últimos informes hablan de un aumento de la obesidad infantil en Navarra y en el resto de comunidades, ¿cuál es la situación en torno a este problema?

Sin duda está aumentando, de hecho la prevalencia de la obesidad infantil se ha duplicado en los últimos 20 años y en este momento cuatro de cada diez niños y niñas tienen sobrepeso u obesidad en España. Es algo que nos preocupa y mucho y es uno de los principales retos de salud pública a nivel internacional, porque se asocia con numerosos problemas de salud. Además, sabemos que el 55% de los niños y niñas con obesidad serán adolescentes con obesidad y ocho de cada diez de estos adolescentes seguirán siendo obesos en la edad adulta, con toda la patología y la reducción de esperanza de vida que ello conlleva. Actuar en la infancia de forma preventiva es la acción más eficaz para prevenirlo.

¿Cuáles son las principales causas que hacen que un niño pequeño tenga obesidad?

Es complejo, no se pueden resumir únicamente en la alimentación y la falta de ejercicio físico, porque ¿cuáles son los motivos por los que la infancia no tiene una alimentación adecuada o no hace suficiente ejercicio? Si ahondamos un poco vemos que hay muchos factores: el acceso precoz e ilimitado a alimentos azucarados y ultraprocesados, su disponibilidad y reducido precio, la escasa conciencia de sus riesgos, los hábitos sociales…. Pero también vemos que existe una falta de tiempo y formación de las familias para comprar o cocinar alimentos saludables e involucrar a los menores en ello. Luego está la esfera socioemocional, porque un desequilibrio en el bienestar emocional y una reducción de horas de sueño incrementa el riesgo de obesidad en la etapa infantil. 

La tecnología y las nuevas formas de relacionarse entre la infancia también influyen, ¿no?

Claro, el sedentarismo y el exceso de pantallas también son un problema. Muchas veces el miedo a que les pase algo o las condiciones laborales de los padres hacen que no se les deje ir solos a la calle y se quedan en casa “entretenidos” con las pantallas. Además, si no hay niños en la calle, los que pueden tampoco salen a jugar. Todo esto fomenta el abuso de pantallas, el aislamiento, la obesidad y el sufrimiento emocional de los niños y adolescentes. Es necesario devolver la calle a la infancia.

¿A qué riesgos a futuro se enfrenta un menor con obesidad?

Las consecuencias de la obesidad abarcan desde problemas de salud física, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y un mayor riesgo de cáncer, hasta desafíos emocionales como baja autoestima, depresión o ansiedad, que pueden afectar de forma importante al bienestar físico y emocional de los niños y niñas, tanto en su etapa de crecimiento como en su vida adulta. Además, la obesidad suele generar un estigma social que puede ocasionar discriminación y problemas para establecer relaciones y esto contribuye al aislamiento social, al sedentarismo, al incremento del hambre emocional y a una clara disminución en la calidad de vida. Estos efectos individuales no solo impactan a nivel personal, sino que afectan al desarrollo y al progreso de nuestra sociedad.

¿Qué recomendaciones hace para prevenir el exceso de peso?

Los tres pilares son la alimentación saludable, la actividad física y el bienestar emocional y el sueño de la infancia. Pero esto, ¿cómo se consigue? A nivel práctico, debemos acompañar a las familias para que puedan fomentar y estabilizar hábitos saludables en casa y dificultar el acceso a alimentos insanos. También se necesitan mejoras laborales para ayudar a las familias a pasar más tiempo con sus hijos/as, adecuar los menús escolares, potenciar actividades comunitarias saludables y sostenibles. A nivel político, se debería penalizar la publicidad y venta de alimentos insanos. En este sentido hemos puesto en marcha un proyecto de formación a familias en las escuelas infantiles municipales de Pamplona, el proyecto ELIKUME. Con él intentamos influir en la etapa 0-3 años con formación en hábitos saludables, aportando herramientas para que las familias adapten su dieta a las recomendaciones, salgan más con sus hijos, potencien la actividad física en la vida diaria y disfruten de la naturaleza en familia.

Dentro del incremento generalizado, Navarra es la comunidad con menor tasa de obesidad infantil, ¿a qué se debe?

Hemos visto que el sobrepeso y la obesidad se concentran sobre todo en las clases sociales más bajas, donde llega a duplicarse. Una posible razón es que en Navarra la renta media es más alta que en muchas zonas del país. Pero también tenemos el privilegio de que muchas instituciones locales favorecen el deporte, de disponer de naturaleza en cercanía, zonas verdes y bastantes caminos y carriles bici, lo que facilita los desplazamientos activos. También creo que la sociedad es cada vez más consciente del problema y tiende a mejorar sus hábitos y a evitar conductas insanas, pero aún queda mucho por hacer.