El Arzobispado de Burgos ha lamentado este jueves que las religiosas clarisas del monasterio de Belorado y Orduña hayan "cerrado la puerta al diálogo" con la denuncia que han presentado contra su titular, Mario Iceta.

En un comunicado remitido a los medios, el Arzobispado ha aclarado que están a la espera de recibir la denuncia anunciada este jueves por José Ceacero, portavoz de las clarisas y miembro de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, a cuya tutela se han acogido las religiosas tras comunicar que abandonaban la Iglesia católica el pasado 13 de mayo a raíz de un conflicto patrimonial.

Ceacero ha mostrado esta mañana a los medios de comunicación a las puertas del convento la denuncia, que ha sido presentada por la madre abadesa, Laura García de Viedma Serrano, y dos religiosas: Susana Mateo Cruz (sor Sión) y María Teresa Roca Peinado (sor Paz), además del propio portavoz.

En la denuncia acusan al arzobispo de Burgos de abuso de poder, usurpación de representación legal y vulneración del derecho de asociación después de que este decidiera asumir el control de los monasterios rebeldes con el título de 'comisario pontificio de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio', con plenos poderes sobre su actividad administrativa, religiosa y patrimonial.

Cuando se reciba la denuncia, los servicios jurídicos de la institución religiosa la estudiarán y tomarán las decisiones que se consideren oportunas, pues el Arzobispado ha decidido dejar en manos de sus abogados el conflicto generado con el monasterio de Belorado.

"De ser así, con este gesto contundente, entendemos que las monjas cierran la puerta a cualquier diálogo, derivando todo al ámbito de la justicia", ha indicado el Arzobispado, que lamenta esta posición de la comunidad religiosa.

Y ha advertido de que la institución católica no podrá si no "actuar en consecuencia", es decir, recurrir a los tribunales.

Fuentes del Arzobispado de Burgos han explicado a EFE que, sin embargo, Mario Iceta mantiene la mano tendida a las clarisas para que reconsideren su posición y den marcha atrás en su decisión de abandonar la Iglesia católica.

La denuncia que, según Ceacero, se presentó en la Comisaría de la Policía Nacional de Logroño al no encontrar ningún cuartel de la Guardia Civil que les atendiera, tendrá que ser remitida ahora a la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos, algo que todavía no ha sucedido, han confirmado a EFE fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

De ahí se trasladará al juzgado de Briviesca, al que corresponde por localización Belorado, y previsiblemente el juez titular tomará declaración a los afectados.