El positivo ejemplo del impacto económico de la caza en Francia
En el país galo, los cazadores gastaron en el 2022 un total de 4.200 millones de euros, que contribuyeron al desarrollo de las zonas rurales
En los últimos años, la Federación Navarra de Caza (FNC) está estrechando los lazos con la Federación Nacional de Caza de Francia por diversos motivos. Además de, obviamente, para fomentar un marco de colaboración, que resulta fundamental en diferentes campos, como, por ejemplo, la lucha contra patologías animales como el Aujeszky o la peste porcina africana, el modelo de gestión de la caza que opera el país vecino presenta múltiples puntos provechosos que, de ejecutarse también en España, constituirían un gran beneficio para el colectivo cinegético, para el medioambiente y para la prosperidad de las zonas rurales, tan olvidadas por el estamento político.
Sin lugar a dudas, la caza supone una significativa contribución a la economía local, así como al progreso sostenible de los distintos territorios en los que está presente. este positivo impacto económico de la caza se manifiesta, sobre todo, en los pagos sustanciales que realizan los cazadores para llevar a cabo la práctica de su pasión. Además, esa actividad genera la promoción del empleo en núcleos que hacen frente al grave problema de la despoblación, por lo que la caza es, en muchos lugares, una vía de salvación para las comunidades rurales.
En Francia, han puesto cifras a esta realidad. Según un estudio presentado por la federación nacional de caza de Francia (en el que ha participado el grupo Xerfi, instituto galo líder en estudios económicos sectoriales), el gasto total de los cazadores ascendió a 4.200 millones de euros en el 2022. De media, el desembolso por cazador fue de 3.260 euros al año. Entre las principales partidas del gasto corriente de los actores del sector cinegético se encontraban aquellas que permitían sus viajes o el acceso a la caza, así como el mantenimiento de terrenos de los acotados o el equipamiento necesario para poder realizar esta actividad.
Concretamente, entre esos gastos se incluían los derechos de acceso a la caza; el mantenimiento de los terrenos; la compra de equipos especializados; los costes del transporte, alojamiento y alimentación; las inversiones acometidas en vehículos adaptados; los gastos asociados a los perros y otros animales empleados en la caza, etc. a juicio de los cazadores franceses, esos 4.200 millones de euros inyectaron fondos, precisamente, en las economías locales, apoyando sectores como el de la restauración, el del comercio minorista o el de los negocios relacionados con la caza.
Con más de 960.000 cazadores galos que validaron su licencia de caza en la temporada 2022-2023, la caza se consolidó como un activo esencial para la economía francesa y contribuyó a la riqueza nacional con 3.600 millones de euros. Asimismo, la caza, como se ha mencionado, ha sido desde hace décadas y continúa siéndolo ahora un gran soporte para el empleo en las zonas rurales. En toda Francia, repercutió en 37.400 empleos directos a jornada completa en ese año 2022. sin duda, el sector cinegético desempeña un papel crucial en la creación y el mantenimiento de los puestos de trabajo, particularmente en las regiones rurales, donde residen más del 75% de los cazadores franceses. a juicio de la federación nacional de caza de Francia, esta presencia activa de los cazadores en esos territorios contribuye a fortalecer la economía local del país.
Para poner las cifras en un contexto más accesible para la mayoría de los ciudadanos, el citado estudio pone sobre la mesa los beneficios económicos directos e indirectos del tenis en Francia, un deporte que generó 1.044 millones de euros de valor añadido, frente a los cosechados por el sector cinegético. una comparación que se vuelve todavía más impactante cuando se tiene en cuenta que hay cuatro veces más tenistas que cazadores. Además, las actividades vinculadas con la caza también contribuyen a la economía tanto del estado como de las entidades locales (a través de impuestos, tasas y cotizaciones sociales), con una aportación que llega a los 1.600 millones de euros.
Los cazadores, ya sea en Francia como en España, tienen muy claro que el sector al que pertenecen se ha convertido desde hace décadas en un apoyo fundamental para las economías locales, ya que los gastos que generan los practicantes de la caza crean y mantienen miles de puestos de trabajo, encuadrados en su gran mayoría en las zonas rurales. por tanto, la caza en el país vecino no se limita a una simple actividad de ocio, sino que posee una valía económica y social considerable. por economía local, el estudio se refiere a todas las actividades económicas ejecutadas en un contexto regional, abarcando la producción, la distribución y el consumo de bienes y servicios dentro de esa entidad geográfica. en este sentido, se debe subrayar que la economía local promueve los intercambios comerciales entre actores económicos que residen en una misma región, fortaleciendo de esa manera los vínculos sociales y económicos.
Ahondando en esta idea, el informe también enfatiza el desarrollo sostenible asociado a la caza, ya que esta actividad fomenta la producción y el consumo de productos locales, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte y, al mismo tiempo, apoyando a las empresas locales. Por estos motivos, los cazadores franceses estiman que, al promover el empleo y estimular el crecimiento económico a escala regional, la economía local contribuye al dinamismo territorial y al bienestar de los habitantes de la región.
Como último paso de esta cadena, se destaca que conseguir el progreso de la economía local es de suma importancia por varias razones. En primer lugar, por promover la resiliencia económica, al reducir la dependencia de los mercados globales y vigorizar la autonomía de los residentes frente a las fluctuaciones de los precios del mercado externo. al potenciar la producción y el consumo de bienes y servicios locales, el crecimiento de la economía local crea empleos y apoya a las empresas de la región. Finalmente, el impulso de la economía local robustece los vínculos entre los habitantes de un mismo territorio, promoviendo así un sentimiento de pertenencia y solidaridad entre sus miembros. En definitiva, invertir en el desarrollo de la economía local, integrando los principios de la economía circular, es un punto fundamental para la federación nacional de caza de Francia.
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