A sus 24 años, Iker Yoldi es uno de los estudiantes navarros que este curso 2023- 2024 ha tenido la oportunidad de salir al extranjero para completar sus estudios. El joven, vecino de Berriozar, viajó hace un año a Santiago de Chile para cursar el primer semestre de su último año de Historia y Patrimonio, de la Universidad Pública de Navarra (UPNA). “Es una experiencia muy chula y una oportunidad que pasa una vez en la vida, y por suerte la he podido aprovechar”, aseguró el navarro.
Según Yoldi,“el Erasmus le cambia y le afecta de alguna forma a todo el mundo porque es una experiencia en la que aprendes a vivir solo mucho tiempo”. Para él, estos cinco meses en Chile han sido un tiempo en el que, reconoció, de “cierta manera” le han “cambiado a la hora de ver cómo está formada la vida y las obligaciones”. En este sentido, añadió que “maduras y aprendes otras cosas de la vida que si no vas de Erasmus se aprenden más tarde. Es disfrute pero también aprendizaje de la vida”, añadió.
Además de cumplir con sus obligaciones en la Pontificia Universidad Católica de Chile, Yoldi también hizo hueco para “conocer otras culturas y sitios que nunca habías pensado que podrías ir, y en los que de repente te plantas allá”. Y es que, en este tiempo, recorrió Chile, Argentina, Perú y Brasil acompañado de sus tres amigos navarros y compañeros de la carrera, Aitor Ayesa, Uxue Redin e Imanol Rodríguez.
Este grupo, además de formar un equipo para viajar por América Latina, también se convirtió en su apoyo al otro lado del Océano Atlántico. “Si no hubiera sido por ellos yo creo que no hubiera ido hasta allí. Sé que, por cómo soy, no habría podido irme hasta la otra punta del mundo cinco meses”, reconoció Yoldi.
Los retos
A pesar de que los cuatro navarros llegaron a Chile con la ventaja de acudir a un país de habla hispana, Yoldi apuntó que las primera semanas fue “bastante complicado” entenderse con los chilenos. “Aunque es el mismo idioma, la forma de hablar, las expresiones y dialectos que tienen son bastante diferentes a los nuestros. Pero luego te vas haciendo”.
Asimismo, otro gran reto para los navarros fue la diferencia de seis horas en el huso horario con respecto a Chile y Pamplona. “A los cuatro es lo que más nos costó, sobre todo para hablar con los amigos y la familia de aquí. Somos todos muy de estar en casa y en familia, y la comunicación era un poco complicada a veces”.
“Hay que decir que sí a todo lo que se pueda porque luego no te arrepientes y el Erasmus se pasa muy rápido”
Consejos
Estos retos no empañaron una experiencia que tanto él como sus amigos recuerdan con cariño y con el deseo de “ojalá poder volver un año atrás para repetirlo”. Por eso, para facilitar el viaje a otros estudiantes que estén a punto de comenzar el suyo, Yoldi les aconsejó paciencia con los trámites pero que, sobre todo, “disfruten y vivan cada día del Erasmus como si fuera el último porque luego vuelves, lo echas de menos y te das cuenta de que nunca más vas a volver a vivir algo así”. Además, les recomendó “decir que sí a todo lo que quieras y puedas en ese momento porque es algo de lo que luego no te arrepientes y que se pasa muy rápido”.