Devolver una cierta normalidad a las localidades valencianas afectadas por la DANA va a costar meses, muchos meses. De momento, las labores de limpieza de los vecinos –con la inestimable ayuda de miles de voluntarios– se centran en achicar agua y fango, descartar mobiliario destrozado y liberar las calles de los miles de vehículos que se amontonan por doquier.
No es tarea fácil y para ello es necesario el empleo de maquinaria pesada, algo que desde hace una semana aporta la empresa navarra Construcciones y Excavaciones Erri Berri, que está operando en distintas localidades como Massanassa, Algemesí o Sedaví.
“A estos pueblos no los devuelves a la normalidad en dos meses, va a hacer falta mucho más. Se estima que hay más de 200.000 vehículos afectados y, por lo que estamos viendo, yo calculo que el 90% seguramente tengan que ir al desguace”, señala Aitor Domínguez, jefe de obra de Erri Berri en Valencia, donde se encontraban demoliendo un hospital antes de la llegada de la DANA. De hecho, la catástrofe cambió sus planes y desde el sábado pasado un equipo de operarios de la empresa con maquinaria pesada se afana en las labores de recuperación.
"Esta semana hemos estado en Massanassa limpiando las calles, que tienen unos 40 centímetros de fango, para lo que estamos empleando dos retroexcavadoras. En ese pueblo hemos llegado estos días a zonas donde todavía no se había podido entrar. Después, en Sedaví también estamos sacando los vehículos de las calles y los estamos acumulando con una máquina pulpo en dos campas a las afueras del municipio”, detalla Domínguez, que explica que el lunes se unió otro grupo de 8 trabajadores para relevar a los que llevaban más tiempo.
Lo primordial es retirar los vehículos para poder restablecer el tránsito entre las localidades y en el interior de las mismas. “En principio vamos a estar aquí de manera indefinida, hasta que se vaya recobrando la normalidad, que es algo que va a costar mucho”, sostiene el jefe de obra de Erri Berri.