“En nuestra cultura no tenemos integrada la muerte como parte de la vida, no la hemos naturalizado. Por eso mucha gente le tiene miedo a los cuidados paliativos”, sostiene Miren Martínez, enfermera y secretaria de la Sociedad Navarra de Cuidados Paliativos, una atención sanitaria que busca acompañar y dignificar el final de la vida. Pero lejos de verlo como algo bueno, el nombre “cuidados paliativos” crea en muchas personas sentimientos de rechazo, miedo o angustia. Por ello, “urge desmitificarlos”, señala Martínez, y para ello la Sociedad Navarra de Cuidados Paliativos ha organizado la exposición Tanta vida, una muestra de 13 imágenes del fotógrafo navarro José Luis Cordón que fue inaugurada este pasado jueves y que permanecerá en la Biblioteca Pública de Navarra hasta el próximo 28 de noviembre. “Las fotos van acompañadas de un texto e ilustran varias fases de los cuidados paliativos. El objetivo es desmitificarlos y acercarlos a la ciudadanía para entender mejor el final de la vida”, expone la secretaria.
“En otras culturas la muerte está más integrada como parte de la vida, pero en la nuestra no. Cuando, ante un diagnóstico grave, se transmite a al paciente y a la familia la necesidad de los cuidados paliativos, se suele recibir con miedo. Por ello es importante naturalizar el final de la vida y procurar que sea lo más digno posible”, indica Martínez. Según apunta, los paliativos no solo sirven para aliviar el dolor o el malestar del paciente, que también, sino que implican una atención mucho más amplia, que abarca el estado físico, el psicológico y cuestiones legales o espirituales. “Una parte básica de los cuidados paliativos es hablar y escuchar, y después acompañar. Se trata de atender las demandas de los pacientes en ese proceso del final de la vida. Hay personas que necesitan arreglar temas legales, de testamento o hipotecas, también hay gente que tiene la necesidad de casarse. Después están las cuestiones espirituales y religiosas, que son muy importantes tenerlas en cuenta. Todo eso lo abordan los profesionales de los cuidados paliativos y de Trabajo Social”, indica la enfermera.
En definitiva, destaca Martínez, los paliativos lo que buscan es que una persona pueda morir dignamente, siendo conscientes de que “es algo que no siempre se consigue”. “Morir es difícil. Hay personas que van al hospital a rehabilitarse pero ya no salen. El final de la vida es un momento duro en el que hay que afrontar muchas conversaciones, tomar muchas decisiones y no es fácil, y los cuidados paliativos están para dar un apoyo en todas esas cuestiones”, comenta.