CEPES Navarra, confederación que representa a las diferentes familias de la Economía Social de la Comunidad foral, ha celebrado este lunes un encuentro con la prensa para compartir experiencias de vida y trabajo de mujeres que están desarrollando su carrera profesional en este tipo de organizaciones cuyo centro son las personas.

De esta forma se han reunido mujeres que trabajan en diferentes modelos de empresas y organizaciones de la Economía Social como fundaciones, cooperativas agroalimentarias, cooperativas de iniciativa social, empresas de inserción, centros especiales de empleo y entidades de Economía Social y Solidaria y han abordado sus desafíos diarios, la búsqueda de la equidad y el impacto que tienen sus empresas en sus comunidades.

Las experiencias

María Bezunartea, de Navarrabiomed, ha destacado que la perspectiva de género en la investigación en salud mejora la calidad de vida de las mujeres y beneficia a toda la sociedad. Ha señalado que "el 37 % de los genes se expresan de manera diferente según el sexo" y que en más de 700 enfermedades "las mujeres tardan más en ser diagnosticadas que los hombres". En ese sentido, "Navarra ha creado un área transversal de investigación en género para impulsar una ciencia del 100 % que incluya a toda la sociedad", a pesar de que "solo el 10 % de los artículos del área biomédica incluyen análisis de sexo y de género".

Leire Landa, de Malerreka Common Zerbitzuak, ha explicado cómo su microcooperativa apoya la inserción social y laboral en la Comarca del Bidasoa, trabajando con "personas en riesgo de exclusión mediante itinerarios de hasta tres años, abordando aspectos laborales, personales y sociales". En el caso de las mujeres, muchas llegan "bastante rotas" y se prioriza la conciliación y el empoderamiento, y "tras el acompañamiento, evolucionan muy bien y afrontan el empleo ordinario con nuevas herramientas". Además, ha señalado que "los hombres suelen tardar más en abrirse", pero encuentran "un sitio seguro para poder expresarse y avanzar".

Mari Carmen López, gerente de la Cooperativa Cerealista Urroz Villa, ha destacado el creciente papel de las mujeres en la agricultura y el sector cooperativo, "un sector muy masculinizado, pero cada vez somos más las que trabajamos en él y ocupamos puestos de responsabilidad". Ha explicado, en ese sentido, que su trayectoria comenzó como administrativa y que el apoyo recibido facilitó su paso a la gerencia. "Siempre se ha dicho que la mujer no estaba preparada para estos puestos, pero ahí estamos", ha reivindicado.

Por su parte, Marrubi Rodríguez, de Txiribuelta, ha puesto en valor la importancia de "visibilizar el papel de las mujeres en el cuidado de personas con discapacidad". Ha subrayado que "el éxito no es solo triunfar, sino valorar el cuidado y el bienestar social" y ha defendido que "crear empresas con una mirada feminista permite entender la economía de otra manera".

María Ruiz Cid, de AMIMET, ha destacado el papel del Centro Especial de Empleo en la inclusión social de personas con discapacidad en La Ribera. "Llevo 12 años en la empresa. Empecé como operaria en la papelería y, tras un tiempo en fábrica, fui asumiendo nuevos proyectos gracias a la formación y la confianza que depositaron en mí", ha apuntado.

Finalmente, Anahí Sarasola, de REAS, ha defendido la Comunicación No Violenta como una herramienta clave para construir un "entorno más inclusivo y respetuoso". "Es una forma de relación humana basada en la conexión con nuestros sentimientos y necesidades, desarrollando empatía para comunicarnos desde el cuidado mutuo", ha detallado. Ha destacado, asimismo, que esta metodología "está ganando reconocimiento y comenzando a implementarse en instituciones públicas de Navarra" y que "deberíamos aprender formas de comunicación que cuiden más la vida y estén alineadas con nuestros valores", ha concluido.